Puedes ser especialista y polifacético

PropiedadesUna de las dudas más recurrentes cuando hablo de la importancia de la especialización para aumentar el valor de una Marca Personal es la de que te gusten varias cosas y no saber enfocarte en una de ellas.

En realidad creo que esa contradicción es sólo aparente pero no real. Precisamente un profesional es más valioso si es capaz de ser conocido por un tema específico pero además puede enriquecerlo con elementos de muchas otras materias.

De hecho, no creo que ningún especialista sea valioso si es incapaz de conectar ideas de campos diferentes.

Los grandes genios siempre han sido polifacéticos. Científicos que eran buenos músicos. Ingenieros con interés en la Filosofía. Arquitectos que han profundizado en la pedagogía. Músicos astrofísicos como Brian May. No creo que nadie sea monotemático… afortunadamente. Lo importante es coger lo mejor o lo más útil de cada campo de interés y tratar de incorporarlo al tema en el que quieres posicionarte como experto.

Suelo utilizar el ejemplo de Mr. Potato cuando hablo de estas cosas. Sobre un núcleo básico de conocimiento podemos añadirle muchas «piezas» distintas. Y eso es lo que nos hace únicos.

Lo que si es cierto es que desde el punto de vista de la Estrategia Personal debes conseguir que asocien tu nombre a una o varias soluciones o beneficios. Es decir, debes ser capaz de responder con facilidad a la pregunta, «Y yo, ¿Qué puedo ganar contigo?»

Cuando tengas la respuesta «simplemente» tienes que hacer ingeniería inversa y coger de tu «inventario» personal adquirido durante toda tu vida y mediante diferentes aprendizajes y experiencias aquello que sirva para aportar ese valor a los demás.

Por eso, la especialización está en el resultado que vas a generar y no en la etiqueta que te vas a colgar. ¿Vas a ayudar a ser más feliz a los adolescentes? ¿Vas a hacer ganar más dinero a una empresa que exporta azulejos? ¿Vas a conseguir que un departamento de producción sea capaz de hacer más cosas en menos tiempo?

No pienses que quieres ser abogado, marketiniano, médico o químico sino en que lo que te gusta es ayudar a resolver conflictos, a ayudar a vender más o a conseguir que la gente tenga una vida más tranquila.

Creo que es importante distinguir entre generalista y polifacético. Una cosa es que te gusten y domines varios temas (polifacético) y otra que estés abierto a hacer cualquier cosa aunque no domines nada (generalista). Evidentemente es más valioso el primero. El segundo es muy fácil que se convierta en un «commodity».

Como ves, aquí nadie está hablando de títulos, cargos o puestos sino de resultados. Ponerte una etiqueta establecida o estandar te obliga a asumir una serie de características y funciones. Pero si piensas en resultados o beneficios, el nombre que pongas o que pongan a lo que haces es irrelevante y eso de especializarte genera menos estrés.

Cuando tienes más o menos claro a qué te vas a dedicar en lugar de qué puesto quieres ocupar, lo siguiente es identificar lo que tienes y lo que te falta (conocimientos, experiencias, habilidades,…) para adquirirlo.


Como ves, lo que cambia es el planteamiento. En lugar de pensar en lo que quieres conseguir, es mejor descubrir primero lo que puedes aportar y posicionarte como la persona más adecuada para conseguirlo.

Cuando piensas en los demás en lugar de centrarte en ti mismo, las oportunidades se multiplican porque las necesidades son infinitas. Si detectas un problema sólo debes mirar en tu «caja de herramientas» para encontrar una solución. Si lo haces bien una y otra vez, acabarás siendo el referente en esa solución, necesidad o problema.

Sin embargo, si eliges primero qué quieres ser (en lugar de lo que vas a aportar) vas a verte obligado a encontrar los huecos en los que puedas encajar… si es que existen. Y eso es mucho más difícil.

Por eso creo que es estupendo saber muchas cosas y estar interesado en la mayor cantidad de materias para posteriormente establecer conexiones entre ellas y enfocar todo eso en un propósito.

Hay un libro muy interesante titulado How to Be Everything de Emilie Wapnick en el que habla de todas estas cosas y que a mi me ha ayudado a aclarar muchas ideas sobre este tema.

Por lo tanto, la buena noticia es que no sólo se puede ser especialista y polifacético o interesado en muchas cosas sino que además es lo ideal. Cuando tu área de conocimiento se enriquece con las aportaciones de temas variados y aparentemente desconectados, tu valor se multiplica porque las conexiones que pueden surgir pueden ser increíbles.

Pero eso si, desde el punto de la vista de la Marca Personal, lo que se tiene que ver es algo que transmita que eres capaz de aportar valor aunque lo que permanezca oculto es un mundo de temas interesantes que has conseguido que trabajen juntos.

Te paso un vídeo de Emilie Wapnick en TED que puede completar estas ideas.

NOTAS:

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Ya estoy preparando cosas para la vuelta del verano.
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