El pensamiento único es una oportunidad para tu Marca Personal

PosicionEl HECHO

Supongo que hasta que algo grave que estás viendo que ocurre no te toca de cerca no te das cuenta de que quizás es demasiado tarde. Ya sabes, «Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.» de Niemöller.

El caso es que esta semana, en una entrevista a mi amiga Raquel Roca, han utilizado un par de titulares que han abierto la caja de los truenos y los trolls han sacado toda su artillería de insultos y descalificaciones sin tener ni idea de quien es Raquel, de lo que explica y, ni siquiera, si el titular está sacado de contexto.

RaquelRocaCosas como estas son mucho más tristes y preocupantes porque quienes se lanzan al ataque no han dedicado ni un segundo a entender lo que viene proponiendo Raquel desde hace años y todavía menos en saber quien es ella. Pero lo diré aquí por si quieren saberlo.

Raquel es muy buena gente, brillante, brutalmente trabajadora, el primer ejemplo de lo que dice porque ha sabido reciclarse y dar un giro a su carrera de un modo ejemplar. Quizás muchos no entiendan que se pueden cambiar las cosas sin hacer daño a nadie. Que se pueden aportar buenas ideas con buenos modales. Que se puede ser elegante al mismo tiempo que se es inteligente. Y si, es una mujer que está rompiendo techos, paredes y ventanas de cristal por sí misma.

Lo cierto es que, independientemente de lo acertado, descontextualizado o manipulado del titular, lo que ahí se apunta es algo que ya venimos anunciando muchos desde hace años.

EL PROBLEMA

En primer lugar, hay que aceptar que muchas organizaciones están perdiendo gran parte de su sentido original en los nuevos tiempos. Los trabajadores del conocimiento, los «knowmads», los agentes libres, los profesionales con mentalidad independiente (aunque trabajen por cuenta ajena) tienen/tenemos, herramientas, instrumentos, canales para defender nuestros derechos y para aumentar nuestro poder e influencia.

Es curioso pero quizás por esas razones, tanto las empresas como los sindicatos, hacen piña contra conceptos como la Marca Personal. Si una persona aumenta sus grados de libertad y refuerza su capacidad de negociación y de presión, eso no va a gustar a quienes tratan de domesticarle o seguir controlando el monopolio de la coacción.

Muchos llevamos años avisando, pero también ayudando, a quienes nos quieran escuchar para que cambien la mentalidad. Para que utilicen los recursos a su alcance para reducir la dependencia de unos y de otros. Y ¿qué está ocurriendo? Pues que en situaciones como las de esta semana, te das cuenta de que el esfuerzo no sólo parece inútil sino que puede volverse contra ti.

Esta semana estuve en la presentación de Infoempleo del informe de Adecco y en las empresas siguen pensando con mentalidad instrumental hacia los profesionales. Ahora quieren convertir a los «reclusos humanos» en Embajadores/Evangelizadores/Altavoces de marca. No se dan cuenta que en lugar de utilizar a los profesionales como herramienta publicitaria, deberían darles poder (detesto eso de empoderar) para que se conviertan en los mejores representantes de sí mismos y, si lo consideran adecuado, hablarán bien de su empresa.

En segundo lugar y creo que todavía más grave es esa tendencia acelerada a la censura, el ataque, al pensamiento único. Esta semana decía que


Estamos metiéndonos a pasos agigantados en la versión dospuntocero de La vida de los otros en la que muchos no sólo quieren ser delatores sino también represores. Se está asumiendo que es normal que te quiten lo que te has ganado con tu esfuerzo, que luego te quiten la palabra y, al final, traten de controlar tu pensamiento (con las tendencias neuro- ya no suena imposible). La corrección política y la censura en el lenguaje está empezando a ser asfixiante. Quienes nos dedicamos a hablar en público tenemos la sensación de que cualquier cosa que digas va a ofender a alguien que podrá crucificarte en las redes.

KnowmadsLas Redes Sociales están sufriendo el mismo proceso que en El señor de las moscas en el que un grupo de críos llegan a una isla desierta y a medida que van tratando de organizarse y crear una sociedad, la cosa va degenerando hasta que acaba surgiendo la violencia y la barbarie.

LA OPORTUNIDAD

Pero lo interesante de esto es que detrás de un problema hay una oportunidad. Lo cierto es que, aunque parezca que el pensamiento único está ganando la batalla, en realidad es algo ficticio. Simplemente hay mucha gente que no se atreve a decir lo que piensa y se va alejando de los canales cuasimonoideológicos como empieza a ser Twitter. Pero esas ideas y opiniones no sólo no desaparecen sino que crecen por la rabia de no poder expresarlas. Únicamente están esperando que alguien abra un canal en el que dejar fluir esas creencias y valores.

El pensamiento único es una gran oportunidad para quienes desean dejar su huella porque quienes se atrevan a defender sus valores van a conseguir eso que tantas veces se asocia con la Marca Personal, diferenciación. Dejar huella no es dominar las Redes Sociales sino mantener la coherencia ante las presiones.

Pero ya sabemos que la libertad no es gratis («Freedom is not free») y que esa defensa de los principios, valores y creencias tiene un precio. Por eso hay tan poca gente que deje una Marca Personal memorable.

A partir de ahora la decisión es tuya. Puedes pasarte horas y horas repitiendo en dospuntocerolandia mantras y eslóganes que han creado otros y que te han dicho que son lo que hay que decir o, peor aún, creer. O puedes pensar por ti mismo y expresar tus opiniones. No seré yo quien te diga lo que debes hacer.





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