Tu Día de la Independencia

PosicionLa semana pasada me di cuenta que mañana se cumplirán doce años desde que me dieron mi tarjeta de libertad. Después de quince años trabajando para otros, había llegado mi día de la independencia.

En realidad, eso de encontrar un modo de trabajar por mi cuenta no era una decisión que me hubiese planteado hasta aquel día, excepto en algunos momentos fugaces y/o en situaciones de enfado monumental con aquellos para los que trabajaba. Afortunadamente la decisión la tomaron otros… y fue lo mejor que me ha pasado en mi vida profesional.

Aunque el día en que el Director General de la empresa en la que trabajaba me llamó a su despacho para darme la noticia no lo vi así.

En ese momento en el que te dicen que en quince días ya no tienes que volver a tu despacho, se rompen muchos mitos.

Como te decía, nunca se me había pasado por la cabeza pasar de recolector-cuentajenado a cazador-autónomo. Supongo que me había creído la misma mentira que muchos tenéis en la cabeza, «es que no todo el mundo puede montárselo por su cuenta», me había autoconvencido que sólo podría sobrevivir y progresar profesionalmente bajo el ala protectora de una empresa y una nómina. Y mira por donde no sólo es posible sino muy satisfactorio.

La idea de trabajar en el concepto de la Marca Personal fue una consecuencia casi obvia de aquella situación. De hecho al principio hablaba de Marca Propia (por eso mi URL más conocida es www.marcapropia.net) porque una marca propia es un sinónimo de marca blanca y quería hacer un guiño a mis tiempos trabajando en la creación de marcas para empresas de distrubución.

Pero mi intención, mi misión algo utópica era y sigue siendo ayudar a los profesionales a no tener que depender de una nómina, a aumentar su valor, a multiplicar las opciones de ser elegidos, en definitiva a ser más libres e independientes. Por eso me jode tanto cuando algunos se empeñan en prejuzgar el Branding Personal y decir que nos cosifica y nos convierte en productos porque es justo todo lo contrario.

Mi experiencia de estos años en los que he conocido a miles de personas, en los que he dado talleres y cursos a un montón de gente, es que para casi todos ellos el futuro profesional ideal es algo que ya no existe, trabajar para otros hasta que te jubiles o algo mejor (o peor), sacar unas oposiciones. Por eso el Branding Personal es y seguirá siendo un concepto minoritario. Quizás es algo mental y el hecho de trabajar en posicionarse como un pequeño o gran referente en tu profesión implique asumir que, más pronto que tarde, ese trabajo tan cómodo que tienes desaparecerá… y eso da mucho miedo.

Supongo que dejar de preocuparse por mejorar tu profesionalidad y tu prestigio cuando estás trabajando para una empresa es como dejar de cuidarse cuando te casas (especialmente los hombres). Si ya te sientes seguro y tranquilo, ¿para qué complicarse la vida? Lo que ocurre es que el trabajo y el matrimonio hace mucho que dejaron de ser para siempre.


¿Estoy diciendo que el camino hacia la independencia es un camino de rosas? De ninguna manera. Lo que ocurre es que cuando se tiene un objetivo y un sentido de propósito, todo es mucho más asimilable.

Por ejemplo, cuando yo era un profesional nominado o cuentajenado, eso de tener un sueldo fijo interesante te permitía gastar sin pensarlo demasiado. Cuando te independizas, mil euros ya no son una tele nueva sino un mes más de subsistencia de tu proyecto.

Cuando trabajas para otros, si te dicen que algunos meses llegarás a tener 20 euros en la cuenta a mitad de mes, piensas que no podrás soportarlo. Cuando te independizas, acabas manejando la situación y saliendo airoso. La independencia te hace fuerte, las experiencias difíciles te ayudan a descubrir cosas de ti que no pensabas que tenías dentro. Y eso es genial.

Pero cada día que pasa, eso de depender de ti mismo y estar rodeado de otros como tu, te va haciendo más y más fuerte. Sin embargo, el cuentajenado va sintiendo como la Espada de Damocles del despido está rozándole la piel y cada minuto que pasa es más dependiente y debe hacer lo que le digan para no perder el empleo o algo por lo que muchos están dispuestos a aceptar lo que sea, la indemnizacion.

Lo bueno de ser independiente es que no vas a tener que preocuparte de la jubilación. ¿Por qué deberías hacerlo si te dedicas a lo que te gusta? Vale, es cierto que, sobre todo al principio, vas a tener que hacer algunos trabajos alimenticios, pero si lo haces bien, poco a poco irás dedicando más tiempo a hacer lo que te apetece y como te apetece.

Doce años. Es el periodo profesional más estable de mis casi treinta años trabajando. Quiero agradecer aquí a quien me despidió de mi último empleo, a quien tomó la decisión que yo quizás yo no habría sido capaz de tomar hasta que me saliese una úlcera, a quién me dio la independencia. Doce años en los que he trabajado en ayudar a otros a desarrollar su mejor instrumento para ser profesionales libres, la Marca Personal.

¿Has decidido ya cuando va a ser tu Día de la Independencia?

Termino con un vídeo que he puesto varias veces pero que me encanta y que viene hoy al pelo.





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