Uno de los nuestros

PersonalidadUna de las mejores formas de sobresalir, destacar, diferenciarse y finalmente llevarse el gato al agua frente a ofertas similares es estableciendo con los demás eso que denominamos «química». Supongo que es un término adecuado porque se trata de combinar varios elementos para producir una reacción y crear algo nuevo, en este caso, una relación personal. Yo lo denomino sintonía porque es algo parecido a ponerte en la misma onda que tu interlocutor. Hay muchas otras formas de denominarlo, proximidad, cercanía, afinidad, armonía, simpatía, resonancia, pero todas ellas sugieren que, cuando se establece, se genera un vínculo entre dos o más partes.

No suelo meterme en cuestiones ideológicas y hoy tampoco lo voy a hacer pero debo decir que me preocupa esa tendencia de algunos grupos bastante activos y vociferantes a buscar esa sintonía o conexión no como una forma de unir o crecer sino de enfrentamiento. Tratan de crear conexiones nuevas destruyendo las existentes. Aunque, en realidad, esto no es algo nuevo.

Una de las formas «clásicas» de conseguir adeptos es buscar algo o alguien a quien atacar. Aplicado a la marca en general o a la Marca Personal en particular, lo que ocurre es que a falta de oferta, producto o soluciones, se recurre a agitar las emociones. Y eso es tan efectivo a corto plazo como peligroso. Todos conocemos a muchos incompetentes que «encandilan» a los más pardillos y a algunos que no lo son tanto.

Como cualquier otro instrumento, herramienta o técnica, la sintonía puede utilizarse para crecer o para debilitar o destruir. Yo me voy a centrar en lo primero.

La sintonía es esa capacidad de “conectar” con los otros, de enganchar a quienes piensan como tu y sobre todo, que comparten los mismos valores. Es algo así como entrar en resonancia emocional. Por muy bueno que seas como persona o como profesional, si eres incapaz de establecer un vínculo emocional con quienes te rodean, es muy difícil que puedas crear una Marca Personal potente. Y es que como ya sabemos, las marcas no son racionales, y las Marcas Personales todavía menos.

Pero para que se produzca ese «enganche» es fundamental no tener miedo. No puedes conectar si no te abres y comunicas lo que piensas, lo que crees y si no defiendes lo que consideras importante. Cuanto antes encuentres algo en común con la otra persona antes desaparecerán las barreras. De nada sirve ser el profesional mejor preparado si no eres capaz de conectar emocionalmente con tus colegas, clientes o con tu «tribu».

Las relaciones duraderas se basan en conectar con los demás. Una buena conexión es una consecuencia de escuchar, reír y aprender juntos. Por ejemplo, una herramienta como el blog, mantenida durante mucho tiempo facilita esa conexión porque te permite mostrar tus sentimientos, valores y creencias y además facilita el intercambio de ideas, información y conocimientos.


¿Se puede crear artificialmente esa sintonía? Desgraciadamente si, al menos durante un tiempo. Digo desgraciadamente porque eso lo saben muy bien los políticos y algunos expertos en marketing que saben tocar las teclas adecuadas para producir un efecto viendo las encuestas electorales o los estudios de mercado. Pero es imposible de mantener si no eres capaz de cumplir con uno de los requisitos de la Marca Personal, la autenticidad. Si te comportas de un modo diferente a lo que sientes o piensas, más pronto que tarde te pillarán y serás percibido el Volkswagen de tu entorno. Puedes equivocarte pero la mentira es el pecado mortal de la Marca Personal

En realidad no es complicado establecer esa conexión si lo piensas un poco. Fíjate en aquellos que consiguen encandilar a quienes les rodean.

Si quieres que empiecen a considerarte como «uno de los nuestros», debes actuar de forma parecida. Por eso existe tanto papanatismo y por eso surgen las modas. En lugar de tratar de que te quieran por lo que eres, muchos se empeñan en que les quieran por dejar de ser ellos mismos y diluirse en la imagen, el comportamiento o la estética del grupo.

Si quieres que te consideren como un miembro de la tribu debes buscar intereses comunes. ¿Has visto lo fácil que es conectar con alguien cuando le gusta la misma serie de televisión o ha vivido las mismas experiencias generacionales? Pues así con todo. Por eso es importante escuchar. Cuando vayas a un evento de Networking, lo mejor es que preguntes, te intereses y empieces a recopilar información con la que puedas crear ese vínculo.

Como te decía antes, otro elemento importante para conseguir esa proximidad es proporcionar alguna información personal. Eso lo saben bien los políticos y por eso suelen mostrar algo (más bien anecdótico) de su intimidad cuando se acercan las elecciones. Mostrar cierta vulnerabilidad (calculada) les hace parecer más humanos.

Una de las mejores formas de conseguir esa cercanía es el humor. ¿Hay algo más eficaz para sentir que has conectado que ver que alguien te sonríe? Eso lo saben bien hasta los bebés de pocos meses.

Hay muchas más formas de conectar y aquí solo te he dado algunas claves pero como te decía, aquellos que consiguen establecer un «enlace» potente con otros no son los que utilizan técnicas o trucos sino los que consiguen que eso salga de forma natural. Y eso es mucho más complicado.





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