Cuida esos modales

CualidadesEn el post anterior reflexionaba sobre la necesidad que tenemos los profesionales de replantearnos la eficacia de algunas herramientas de Internet. Lo cierto es que centrarse en lo virtual parece que nos está haciendo perder de vista la importancia del impacto que generamos en el mundo real.

Digo esto porque desde hace algún tiempo estoy trabajando en nuevos temas relacionados con la Estrategia Personal y uno de ellos es la Etiqueta Empresarial o la Etiqueta Profesional. Si, ya se que eso suena antiguo y hasta rancio, pero no es cierto. Simplemente se trata de conocer y aplicar normas de comportamiento para que las relaciones en el mundo laboral y de negocios no se conviertan en una selva.

A veces da la sensación de que hay más preocupación por «parecer» educado en las Redes Sociales que con el compañero de cubículo o cuando tratas con un proveedor. Es curioso porque viendo la literatura sobre Etiqueta Empresarial que  existe en los países anglosajones parece que hay un enorme interés en gestionar eficazmente los comportamientos unopuntocero. Y me parece completamente lógico.

Lo cierto es que una Marca Personal es el impacto, la huella que dejamos en los demás. Y ese recuerdo es mucho más memorable, para lo bueno y para lo malo, cuando mantenemos un contacto cercano, directo, cara a cara. De nada sirve escribir unos posts sesudos o unos tuits superingeniosos si, a la hora de la verdad, cuando tienes que dar la cara, te comportas como un gañan.

La Etiqueta Profesional trata de infinidad de temas que hace unos años eran impensables. Hay muchas actividades que hemos empezado a hacer pero sobre las que nadie nos ha formado. Desde las normas de comportamiento en el cubículo hasta la mejor forma de actuar en viajes de negocios pasando por la visita a las oficinas de un cliente, las relaciones con los compañeros cuando tu oficina está donde está tu ordenador o tu gestión de una videoconferencia.

El cubículo

Actualmente muchos profesionales trabajan en grandes «praderas» llenas de cubículos o pequeños espacios sin intimidad. Sin embargo parece haber más reglas sobre como comportarse en el vestuario de un gimnasio que cuando tienes a media docena de compañeros a un metro de distancia durante ocho horas al día.

Gente que se lleva la comida de «mamá» y se la toma en su mesa. Personas que parece que se echan un litro de perfume y van dejando su rastro (eso no es dejar Marca Personal… o si) desde que salen de su casa. Individuos que «toman prestado» y no devuelven nunca tu grapadora. Aquellos que no tienen otra cosa que hacer que ir a contarte historietas y cotilleos desmotivantes. Esos que creen que son mejores profesionales si en lugar de quedarse en la cama cuidando su gripazo prefieren ir «repartiendo» sus gérmenes a todos los compañeros.

Hay muchísimos aspectos que no suelen tratarse pero que afectan a las relaciones entre personas que pasan muchas más horas juntos que con sus propias familias.

Por favor y gracias

No sé si es por esa tendencia a considerar que la buena educación es algo «reaccionario» o simplemente es que vamos demasiado acelerados pero hay reglas básicas que siguen siendo perfectamente aplicables en el mundo empresarial y que pueden ser un aliado de tu Marca Personal.


Cosas tan simples como pedir las cosas por favor a alguien independientemente del nivel o del cargo que ocupe o de disculparse o pedir perdón no te va a hacer más débil, al contrario.

Hacer cumplidos sinceros, mostrar admiración por el trabajo de otras personas no es algo del siglo XIX, es tan actual y moderno como pueda serlo un dron. Y lo mejor es que no cuesta nada.

Donde está mi ordenador está mi oficina

Cada día vemos más gente trabajando con su ordenador en un parque o en Starbucks (lo de trabajar en la playa y encima hacerse una foto y subirla a Twitter me parece patético y muy triste). Sin embargo, pocas veces nos dicen como debemos actuar en relación a las personas con las que trabajamos.

Como manejar el teléfono, como responder de forma profesional, como dejar mensajes de voz, con qué frecuencia hay que mantener contacto con otros profesionales o colegas o con qué frecuencia hay que desconectar de todo eso y tomarse un respiro para echarse unas risas.

¿Caballeros? (y damas) de la mesa cuadrada

Una de las situaciones más delicadas en cuanto a la Etiqueta Profesional es la de las reuniones de trabajo porque suele implicar a varias personas durante mucho tiempo. Creo que todos hemos vivido, sufrido y quizás protagonizado algunas escenas que sería mejor olvidar y que pueden afectar muchísimo a nuestra estrategia de Branding Personal.

Impuntualidad por sistema, vocabulario inapropiado, lenguaje soez, malos modos, gente que llega algo «alegre», acaparadores de tiempo, los que prefieren jugar al Candy Crush,… la facilidad para cometer errores es infinita pero normalmente ni nos lo planteamos.

Estas son solo algunas de las situaciones en las que la Etiqueta Empresarial o Profesional puede afectar, para lo bueno o para lo malo a nuestra estrategia de Branding Personal y al impacto que queremos generar. Pero podría hablar de las indiscreciones al hablar por el móvil en los viajes, la etiqueta en las entrevistas de trabajo, los comportamientos en una fiesta de empresa o como actuar en una auditoría a una empresa por poner algunos ejemplos.

Lo cierto es que pocas veces nos fijamos en estas cosas, pero como decía aquel anuncio antidroga, «Cada vez, cuenta» y todo lo que hacemos suma o resta al recuerdo que dejamos.





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