Hoy no hablaré de Branding Personal… o si

En mis charlas y en mis libros digo que los contenidos que generamos en nuestras plataformas dospuntocero deben ser Profesionales y debemos aportar nuestra visión Personal sobre ellos para aportar valor y diferenciarnos. Siempre recomiendo que evitemos las cuestiones Privadas. Con eso me refiero a los asuntos que pertenecen al ámbito más íntimo, a los sentimientos o a las relaciones más personales. Hoy me voy a saltar esa regla, al menos un poquito.

La pasada semana ha sido una de las más satisfactorias en los años que llevo trabajando en esto del Branding Personal. Supongo que, además de la buena acogida de mis propuestas, la otra razón era que estaba en Alicante, mi tierra de adopción y me sentía en casa. Aunque voy con mucha frecuencia, en esta ocasión me reencontré con personas y viví situaciones que te hacen reflexionar sobre las decisiones que tomaste hace años.

Normalmente pasamos por la vida y no nos planteamos como podrían haber sido las cosas si las decisiones hubiesen sido de otro modo. El cine y la literatura está lleno de argumentos que tratan sobre eso. Desde Mr. Scrooge de Cuento de Navidad hasta Qué bello es vivir pasando por Terminator, Regreso al Futuro, Dos vidas en un instante, Family man o la escena de la chica del metro en Proposición indecente, parece que nos gusta fantasear sobre cómo serían las cosas si hubiésemos elegido otras opciones.

Lo interesante es que no siempre son las decisiones «importantes» las que nos llevan a un sitio o a otro sino otras aparentemente irrelevantes pero que acaban teniendo unas consecuencias enormes como se explica en el Efecto Mariposa.

Decía en uno de mis últimos tuits que

Creo que vamos tan acelerados y estamos tan narcotizados por salir adelante que cuando queremos darnos cuenta de lo que nos estamos perdiendo, ya es demasiado tarde.


¿Esto tiene algo que ver con la Marca Personal? Creo que sí, y mucho.

La vida puede ser muy distinta según las personas o circunstancias en las que decidas dejar tu huella. Si no eliges bien el destinatario de tus acciones puedes darte cuenta demasiado tarde de que el tiempo ha pasado y quizás podrías haber obtenido otros resultados. Normalmente estas cosas no te las planteas demasiado salvo que tengas la oportunidad de reencontrarte de nuevo con situaciones o personas. Supongo que es una buena forma de protección mental porque nos volveríamos todos locos si pudiésemos ver esos universos paralelos en los que otras versiones de nosotros mismos han decidido ir por otro camino.

Cuando hablo de Branding Personal trato de hacer entender que debemos gestionar conscientemente nuestras acciones, metas y tareas para alcanzar un objetivo precisamente para que lo que ocurra sea lo más parecido a lo que deseamos. Si en lugar de tomar el control, nos dejamos llevar por las circunstancias y decidimos las cosas sin reflexionar un poco, llegaremos a alguna parte, si, pero seguramente no será la que soñamos.

Es cierto que normalmente Ni sabes lo que va a pasar, Ni sabes con quién te vas a encontrar, Ni sabes si tu vas a pensar igual dentro de diez minutos, pero tenemos que utilizar la información con la que contamos. Y mi experiencia es que cuando los datos están muy equilibrados, lo mejor es dejarse llevar por el instinto.

La vida es muy corta y el tiempo pasado no se recupera. Elige bien tus objetivos y no esperes mucho o cuando te quieras dar cuenta quizás sea demasiado tarde. Piensa ahora si estás respondiendo las preguntas equivocadas o incluso examinándote de algo que no te interesa.

Y aquí lo dejo. Este es un artículo que se sale de mi línea «editorial» pero que me apetecía mucho escribir. Prometo que no se repetirá… o si.





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