Los sólidos valores de los corruptos

PersonalidadHace mucho tiempo que decidí evitar mostrar mis opiniones políticas de un modo explícito en este blog. Creo que eso pertenece al ámbito privado y no sólo no suele aumentar el valor de la Marca Personal de un profesional sino que suele ser fuente de problemas. En mis talleres recomiendo que, salvo que tu profesión esté directamente relacionada con la política, evites dar tu apoyo a una opción determinada.

Evidentemente es imposible mantenerse al margen o evitar decantarse por unas ideas u otras. Todos defendemos algunas ideas pero eso es muy distinto de defender la versión paquetizada de una ideología a la que denominamos partido político. A cualquiera que, como yo, lleve diez años escribiendo, se le va a detectar de que pie cojea. Y eso no está mal. Creo que todos tenemos nuestras propias opiniones y eso nos ayuda a sintonizar y facilita que quienes no piensan como nosotros escojan otras opciones más alineadas con sus ideas.

Es más, creo que es necesario defender aquello en lo que creemos. Cuando tienes claro aquello que es importante para ti y lo defiendes con seriedad, ocurren dos cosas muy importantes para una Marca Personal.

Por un lado aumenta tu credibilidad, porque quienes te conocen saben lo que pueden esperar de ti. Si has dejado claro cuales son tus prioridades y lo que realmente estás dispuesto a defender y, sobre todo, lo demuestras con tus acciones, será difícil que alguien se lleve sorpresas y eso genera confianza.

En realidad eso es lo que ocurre cuando consideramos que una marca comercial es valiosa. Cada vez que nos relacionamos con ella nos ofrece lo que esperamos.

Por otro lado, tener y defender unos principios claros nos hace sentir más cerca de aquellos que piensan como nosotros y eso nos hace sentir más unidos y seguros en esa relación.

Por lo tanto, cualquier persona que pretenda dejar una huella profunda debe tener claros sus valores, prioridades y principios y los defenderá en cualquier circunstancia. Esa es una de las grandes dificultades del Branding Personal, mantener aquello en lo que crees aunque tengas que pagar un precio.

La situación de corrupción que vivimos en nuestro querido país no demuestra que se hayan perdido los valores, sino precisamente todo lo contrario. Los valores de quienes están metidos en la mierda son los más sólidos de todos y por lo tanto son los que generan más credibilidad. Me explico.


Todos los de las tarjetas «black», los que cobran comisiones, los que tragan con cualquier cosa por un puñado de votos, son las personas en las que más se puede confiar porque en su escala de valores sólo hay una prioridad, la pasta. El lugar más alto de lo que consideran importante lo ocupa el dinero y todas sus ramificaciones. El resto somos mucho menos fiables porque no tenemos una etiqueta con precio.

Quienes nos mandan y quienes esperan hacerlo no son como los demás, no son como los que estamos por debajo, impredecibles, incontrolables porque pensamos que en la vida hay otras prioridades y, encima, a cada uno de nosotros se nos ocurre tener unas distintas. Eso es una aberración para el poder.

¿Hay alguien más fiable que aquél al que puedes comprar con dinero? ¿Hay alguien más manejable y que menos puede protestar que aquel al que ya has «untado» una vez? Esa gente tiene sus valores bien claros y eso la hace muy fiable. Te ha demostrado que su comportamiento es perfectamente predecible y ¿no es eso lo que se espera de una marca?

Ser un ladrón, un canalla o un sinvergüenza no significa no tener valores claros sino todo lo contrario. La dificultad está en mantener la «canallez» de forma consistente, constante y persistente, pero eso no parece ser un problema por lo que estamos viendo. Aunque seas un inútil (o precisamente por eso), si demuestras que eres capaz de cualquier cosa para mantener tu estatus entonces no te faltará trabajo.

Cuando alguien dice que quiere aprender a «venderse», no tiene más que echar un vistazo a los periódicos o a los telediarios porque están repletos de ejemplos. El problema es que cuando «te vendes» entonces «estás vendido».

Lo curioso es que esos a los que van pillando con las manos en la pasta son los mismos que dicen que la gente joven no tiene valores. En primer lugar se equivocan porque a todos nos importa algo y estamos dispuestos a pagar un precio por aquello en lo que creemos. Pero lo que no están dispuestos a aceptar es que haya personas que piensen que en esta vida hay cosas más importantes porque eso las hace inmanejables. ¿Cómo puedes fiarte de alguien a quien no puedes «comprar»?

4.FreedomisnotfreeLa situación que vivimos no es un problema de falta de valores, que va. El problema es de orden de prioridades en la escala de valores. Pero lo que va a hacer que una persona o un profesional deje una Marca Personal profunda es identificar sus valores, mostrarlos y defenderlos cueste lo que cueste. Defender aquello en lo que crees siempre va a implicar un coste (incluso para los sinvergüenzas que vemos en las noticias). Pero tu eres el/la único/a que debe decidir si va a mantenerlos o va a ceder… y destrozar su Marca Personal.

Si a pesar de todo has decidido «venderte», procura poner un precio alto porque sólo podrás hacerlo una vez antes de perder tu credibilidad.





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