¿Vendes productos, servicios, trabajo, tiempo, presencia…?

Producto

Siempre deberías tener un producto que no fuera tan solo “tú”. Andy Warhol

Si de repente desapareciesen todos los empleos tal y como los conocemos, ¿Cómo te ganarías la vida?

Esta pregunta la planteaba William Bridges en uno de los primeros libros que leí sobre YO S.A. y la idea de que los profesionales deberíamos pensar como empresas. Cuando lo leí, aquella pregunta me pareció más bien un ejercicio teórico sobre una situación apocalíptica que no ocurriría nunca. Hoy creo que no sólo es posible lo que planteaba sino que es justo lo que estamos viviendo.

Creo que después de todos estos años seguimos sin atacar el fondo del problema. La mayoría de la soluciones parece que pasan por seguir haciendo lo mismo de siempre pero haciendo algunos pequeños cambios cosméticos.

¿Que el currículo no funciona? Pues en vez de buscar nuevas formas de demostrar lo que vales, le pones más colorines a tu CV y lo conviertes en una infografía.

¿Qué tu trabajo ha quedado obsoleto? Pues en vez de actualizarte vas y te dedicas a pasarte el día en Redes Sociales tratando de llamar la atención y buscando «amigos».

¿Qué las empresas no contratan gente? Pues en lugar de diversificar tus «clientes» y «productos», te dedicas a quejarte porque no hay ofertas de empleo.

Creo que no estamos entendiendo el problema de fondo y lo dospuntocero simplemente se ha convertido en un canal en el que repetimos los mismos errores de una manera más «vistosa». Y lo que es peor, hay quien sigue esperando que el gobierno, los sindicatos o las asociaciones de empresarios le solucione el problema.

Creo que todo ese rollo de que hay que reinventarse se está enfocando en hacer algo nuevo, algo diferente a lo que solíamos hacer, en un cambio de profesión. Sin embargo, creo que hay otras formas de replantearse el trabajo. ¿Por qué no se utilizan más? Pues la respuesta es sencilla, porque implican más esfuerzo y riesgo.

La filosofía de los profesionales por cuenta ajena se ha basado en un único modelo de negocio, el de los servicios, el de poner tu tiempo (y tu cuerpo) a cambio de una nómina. Este es un formato cómodo, sencillo y… poco eficiente. Simplemente llevas átomos cada mañana a tu cubículo, despacho o carretilla elevadora y cada cuatro semanas recibes una paga. Digamos que es lo más parecido a decir que el producto va contigo o incluso que el producto eres tú.

El problema es que depender de un salario único, de un único cliente y de un único producto te hace tremendamente vulnerable y, por lo tanto, menos libre. Esta es la fórmula letal del profesional Monoproducto/Monocliente. El día en que te falla el producto o el cliente estás jodido. Y si a eso añadimos la tendencia de las empresas a evitar que seas visible, entonces la cosa se complica todavía más.

Creo que hace tiempo que nos debieron decir que para sobrevivir en este nuevo entorno debemos de cambiar alguna de las variables o las dos. O diversificamos los clientes o los productos o ambos.


En realidad, cuando hablamos de profesionales quizás deberíamos hablar más de servicios que de productos, pero me gusta pensar en lo que hacemos como algo más tangible.

El empleado es el caso típico de Monoproducto (tu puesto o tu profesión) y Monocliente (la empresa que te paga). El autónomo es el caso opuesto Multiproducto (debe adaptar su oferta) y Multicliente (no puede poner todos los huevos en una sola cesta). Pero un neoprofesional debe pensar siempre en desarrollar su oferta para encontrar nueva demanda para su trabajo.

También existen fórmulas intermedias como la del especialista «freelance» que es Monoproducto/Multicliente. Pero no se me ocurre ninguna de Multiproducto/Monocliente quizás porque curiosamente es la más extendida en las empresas, me refiero a la de «tu haces lo que te digo que hagas y punto».

MatrizClienteProductoHasta ahora los empresarios creaban sus organizaciones contratando a alguien para que hiciesen el trabajo. Ahora eres tu quien debe encontrar el modo de que algo trabaje por ti o vas a depender de tu presencia y te obligue a ESTAR y PARECER para poder SER.

Dicho de otro modo,

¿Puedes encontrar formas de vender tu trabajo sin estar presente o vas a depender siempre de estar en cuerpo y alma en donde te contraten? Es la fórmula de los libros, cursos online, infoproductos, aplicaciones. Creo que esta posibilidad de mover bits en lugar de átomos para ganarte la vida es la gran revolución de Internet. 

¿Puedes encontrar el modo de vender lo que sabes hacer a varios clientes en lugar de a uno solo? Si eres bueno haciendo presentaciones, gestionando impuestos o diseñando propuestas comerciales ¿Qué te impide (además de la comodidad y la seguridad de tu puesto actual) hacerlo para todo aquel que te necesite y esté dispuesto a pagarte como mereces?

Creo que nos estamos equivocando si seguimos pensando que la mejor forma de encontrar empleo es hacer lo mismo de siempre (CV, entrevistas, estudios, masters,…) para encontrar algo que ya no existe. Es hora de darse cuenta que la clave no está en seguir la línea de puntos tradicional sino en revisar el modo de entender la relación con el trabajo y los «clientes/empleadores».

Así que, a partir de ahora trata de responder a estas preguntas

¿Qué soy capaz de ofrecer por lo que alguien esté dispuesto a pagar?

¿Quién estaría interesado en pagarme como merezco por lo que hago de una forma extraordinaria?

¿Cómo lo voy a dar a conocer?

 





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