No hay secretos, hay palancas

EstrategiaCon los aviones tengo una relación un poco esquizofrénica. Por un lado, suelo pasarlo fatal cuando tengo que volar y el viaje es movidito. Por otro lado me parece un mundo apasionante. Cuando tenía más tiempo disfrutaba «volando» con el Flight Simulator y aprendiendo todo lo que podía sobre el funcionamiento de los aviones. Pero también me parecen apasionantes los programas de National Geographic sobre la investigación de catástrofes aéreas.

La conclusión de esos documentales es que un accidente siempre es el resultado de una combinación de malas decisiones y de situaciones mal gestionadas. Cuando tratamos de manejar una estrategia personal debes pensar que el éxito o el fracaso, el progreso o el estancamiento no es consecuencia de una sola acción sino la combinación de varios elementos.

Cuando alguien te dice que tiene «el secreto» de algo como si hubiese una sola cosa que hacer para obtener el resultado que deseas, casi con toda seguridad te está engañando. El éxito personal y profesional se parece mucho a una cocina o a una botica en la que tienes muchos ingredientes que según como y cuando los combines obtendrás una receta extraordinaria o tóxica.

Digo todo esto porque en mis cursos siempre me encuentro con gente que espera tener escrito en piedra la regla infalible para tener éxito. No se dan cuenta que casi nada en esta vida es blanco o negro, 0 o 1. En realidad se trata de jugar las cartas que te han tocado de la mejor manera posible para aumentar tus opciones de conseguir lo que quieres.

No se trata de tener mucha visibilidad o de ser muy bueno en lo tuyo o de tener claros tus objetivos o de ser una persona encantadora. Es una combinación de esas y otras muchas variables. Por eso no hay recetas mágicas. Afortunadamente porque si las hubiese la vida sería muy aburrida.

Siempre hay una parte importante de suerte en las cosas que nos suceden porque es imposible tenerlo todo controlado. Pero como digo, podemos trabajar para multiplicar las opciones de éxito. En cualquier caso, a medida que vas haciendo ajustes, vas obteniendo pequeños resultados al mismo tiempo que aprendes lo que hay que hacer y lo que hay que evitar. Pero nada de eso ocurrirá si te dedicas a pensar y nunca pasas a la acción.

Por mi experiencia profesional, creo que hay unas cuantas variables que, bien combinadas, aumentan tu valor y tus posibilidades de éxito. Creo que no hay secretos, más bien hay fórmulas en las que puedes ajustar varios elementos de una ecuación para aumentar las posibilidades de que se produzca el resultado que deseas.

Propósito

Aunque parezca una perogrullada, para conseguir lo que quieres, antes debes saber lo que buscas. Creo que no es muy frecuente que alguien tenga éxito cuando ni siquiera ha definido lo que eso significa. No soy de los que creen que si tienes claro lo que quieres y lo deseas con fuerza vaya a suceder. Pero lo que está claro es que si no sabes cual es tu objetivo es complicado que lo alcances.

¿Cuándo dirías que has conseguido tener éxito?

NOTA: Para mí, el éxito está relacionado con el reconocimiento de los demás mientras que la felicidad tiene más que ver con sentirte bien contigo mismo. No sé si es una definición perfecta, pero a mi me vale para saber en qué terreno me muevo.


Profesionalidad

En este mundo obsesionado por la visibilidad parece que nos olvidamos de algo fundamental como es hacer las cosas bien y tratar de mejorar cada día para ser el mejor en lo tuyo. En los decálogos, claves o «secretos» de éxito que proliferan como algo milagroso y que no requiere esfuerzo pocas veces veo que se insista en el desarrollo y el aprendizaje continuo o en intentar implantar algo así como un programa de calidad personal.

¿Qué vas a hacer hoy para mejorar?

Credibilidad

Creo que una de las variables que más influyen a la hora de tener éxito es que te consideren fiable, que no des sorpresas (salvo que dar sorpresas sea tu trabajo) y que ofrezcas algo valioso una y otra vez. Hay personas que tienen su momento de gloria y luego desaparecen. Pero creo que quienes consiguen triunfar son aquellos que mantienen una línea ascendente y sin sobresaltos.

¿Cómo puedes generar confianza?

Emoción

Normalmente no basta con ser bueno, también es necesario que te quieran. Hay profesionales excelentes en lo suyo pero son absolutamente intratables. Y hay otros que no llegan a los niveles de los anteriores pero que consiguen «enamorar» a quienes tratan con ellos. Evidentemente hay ocasiones en las que prefieres que te trate un «capullo» que sabe lo que hace a una persona encantadora que puede joderte la vida. Pero en el resto de los casos, la «química» es un factor de éxito.

¿Cómo consigues ser «encantador»?

Visibilidad

Este es el factor de moda. Parece que basta con estar en todas partes, en todo momento, con todo el mundo. Es importante que te conozcan porque todo lo anterior sería inútil si nadie sabe de tu existencia. Pero sería un error apostar todo o casi todo a esta variable. En realidad es lógico que sea la «estrella» porque es el más sencillo de todos los elementos. Sólo tienes que echarle horas. Sin embargo hacerte visible sin ser un buen profesional es como si tienes un avión precioso y que llama mucho la atención pero no tienes plan de vuelo, los pilotos son miopes, tiene un gran historial de accidentes y el propietario es un impresentable como el de Ryanair.

¿Cuáles son las mejores herramientas para darte a conocer?

Mi trabajo en esta nueva etapa es la de combinar adecuadamente los «ingredientes» con los que cada persona puede cocinar su propia receta de éxito. No es producción en serie, es arte.

¿Qué palancas vas a mover?





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