Centrarse en el producto

Siempre he defendido que la mejor forma de saber como funciona el Branding Personal es leyendo las biografías de aquellos que han dejado huella a lo largo de la historia. Pero todavía es mejor si además de la autobiografía tenemos la oportunidad de leer diferentes versiones de quienes conocieron a esa persona.

Uno de los casos más interesantes en muchos aspectos es el de Steve Jobs. Reconozco que durante mucho tiempo he pensado que se había exagerado su contribución pero, a medida que he ido leyendo cosas sobre su trabajo, he entendido porqué es alguien a tener muy en cuenta. Además, a dos años de su muerte, muchos de los libros que tratan sobre él, están de oferta.

BiografiasSteveJobs

Cuando se habla de Jobs, suelen coincidir todos (incluido él mismo) en varios aspectos como el perfeccionismo, su visión, su inflexibilidad con lo que no acepta y su enfoque en el producto.

Precisamente esta semana este blog cumple nueve años. Casi una década en la que mi mensaje siempre ha sido el mismo. Ha llegado el momento de cambiar la forma en que planteamos nuestro trabajo y nuestra profesión. Debemos dejar de pensar como empleados, emprendedores, desempleados o empresarios y aceptar que somos profesionales con Marca Personal que vendemos servicios.

Estos años han ocurrido muchas cosas, casi todas buenas o muy buenas y tengo que decir, sin ninguna duda, que estoy de acuerdo con Jobs en que lo importante es tener una visión y mantenerte centrado en el «producto».

He dicho muchas veces que las mejores herramientas para dar a conocer tu trabajo (no a tí, porque eso es autobombo) son: El Networking, Hablar en Público y el Blog. Todo lo demás son complementos, accesorios o divertimentos. También he insistido mucho en que sin un buen Producto, Trabajo, Valor u Oferta Profesional, es muy difícil dejar huella. Como Jobs nos ha enseñado.

Sin embargo, a lo largo de estos años, ha habido muchas tentaciones, cantos de sirena, ideas revolucionarias que han muerto a los quince minutos y hay que aprender algunas lecciones. Ha habido intentos de adulterar o prostituir un concepto como el del Branding Personal (y quizás acaben consiguiéndolo), pero pasar por el aro es el principio del fin y una vez que cedes, estás perdido. Por eso es muy importante tener una visión clara de lo que deseas conseguir y defender tu posición.

Pero después de casi una década en la que hemos visto como han caído herramientas dospuntocero «imprescindibles» (el otro día me crucé con Llamazares cerca del Congreso y me acordé de Second Life) tengo claro que ha llegado la hora de centrarse y optimizar esfuerzos.

Sé que seguramente no cumpliré con casi nada de lo que voy a decir ahora, pero mi intención para el próximo año es reducir la visibilidad dospuntocero a lo imprescindible. Jobs nos enseñó dos cosas sobre esto.


En primer lugar llevó al límite su idea de simplificar. A este respecto, creo que estamos saturados de Redes Sociales, cacharros, aplicaciones, herramientas, información y conversaciones… y siguen saliendo decenas cada día.

Facebook se ha convertido en una caótica tienda de «chuches» apetecibles y atractivas pero que no alimentan y todas saben parecido. Twitter es como el Carnaval de Río, con mucha gente gritando, tratando de llamar la atención, disfrazada de algo que no son, para tener su nanosegundo de gloria.

Sin embargo, el Blog es como la biblioteca del Postiguet en la que yo me he pasado horas y horas, es un sitio tranquilo al que quizás no va mucha gente, pero donde apetece ir porque vas a encontrar lo que buscas y vas a conocer gente como tú. Supongo que la tentación de tener la playa a cien metros de la biblioteca es como la de abandonar el blog para irse a Facebook que es más divertido.

En segundo lugar, Jobs entendió que no podía depender de aquellos que no entienden tu negocio y que tienen otras prioridades. Por eso creó las Apple Stores, para saltarse intermediarios y tener control sobre el producto. Mi intención para el próximo año es tener más control sobre mi trabajo. Eso implica tener productos más cerrados y desarrollar mis propios canales de venta y distribución. Aunque no comparto el 100% de sus propuestas, hay que aprender mucho de gente como mi amigo Franck Scipion.

Pero sobre todo, creo que es fundamental centrarse en la clave de cualquier marca de éxito, me refiero al PRODUCTO. Hace ya algunos meses que estoy desarrollando nuevas ideas y conceptos para crear cosas que merezcan la pena. Y lo que tengo claro es que es muy difícil enfocarse en crear algo valioso si te pasas el día mirando tuits o mensajes en el muro de Facebook. No son los segundos que tardas en verlo sino el tiempo que necesitas para volver a estar concentrado.

En esto también he aprendido algo de Jobs. Me refiero a que hay que ser mucho más discreto. Ya sé que esto suena fatal en el mundo buenista de lo dospuntocero pero una de las cosas que he comprobado durante estos años es que no puedes contarlo todo. Esto me duele porque siempre he sido partidario de contar todo lo que creo que puede ser valioso y ayudar a alguien (empezando por uno mismo por la notoriedad que genera).

Sin embargo, estos años he comprobado que frente a aquellos a los que puede ser útil lo que propones hay muchos más que critican cada punto y cada coma que escribes, hay otros que «roban» descaradamente tus ideas (y textos enteros) y montones que te piden que les regales tu trabajo. Si quieres que te valoren, debes empezar demostrando que tu trabajo tiene valor (aunque luego lo regales). Y eso empieza por no poner tu «mercancía» en un mercadillo.

Creo que ha llegado el momento de dar un paso atrás. Cada momento tiene su estrategia. Lo que hace casi diez años era estupendo, hoy quizás no lo es tanto. En el año 2004 era genial tener un blog (y sigue siéndolo). El el 2014 quizás no tiene tanto sentido intentar que tu voz se escuche en esa discoteca en que se ha convertido dospuntocerolandia.

Quizás esto te parezca absurdo («¡Hay que estar en Internet o irás al infierno!»), que le vamos a hacer, también parecían absurdas muchas de las cosas que decía hace casi una década. Quizás es hora de dejar de estar en los grandes «hipermercados dospuntocero» y centrarse en tu pequeña tienda de barrio, sencilla pero tuya. Creo que son buenas fechas para pensar en todo esto.





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