Se acabó lo que se daba

Quizás es que estoy más sensibilizado. Quizás es que llega un momento en el que te das cuenta que hay algo que no funciona. Quizás acabas aceptando aquella frase de Einstein de que la locura es hacer siempre la misma cosa y esperar resultados diferentes. Quizás es que estás harto de que se te ponga cara de tonto cuando ves como otros obtienen rendimiento con lo que tu ofreces desinteresadamente.

Quizás sea una combinación de estas y muchas más cosas pero el caso es que creo que estamos en un punto en el que va cambiar la forma de hacer las cosas en La Red.

Ultimamente veo que los medios de comunicación están planteándose muy en serio lo de cobrar por sus contenidos. Veo que algunas personas que comparten sus ideas en La Red plantean algo que yo he repetido aquí en varias ocasiones, que no es lógico trabajar gratis. Veo que mucha gente se queja de que les paguen poco o nada por su trabajo pero que protestan airadamente cuando alguien pretende cobrar, aunque sea unos céntimos, por algo que para muchos es muy útil.

Supongo que cuando te han acostumbrado a ofrecerte cosas «gratis» es muy dificil volver atrás. El problema es que, en esta vida, no hay nada gratis. Seguramente habrás oído aquello de que cuando te dicen que algo es gratis eso significa que el producto eres tu. Tampoco existen los servicios públicos gratuitos, siempre hay alguien que los paga.

Sólo un puñado de empresas se han beneficiado de lo gratuito porque tenían capacidad de transformar el volumen y el tráfico en ingresos. Pero para que ellas se hiciesen multimillonarias, el resto hemos cometido el error de seguir la peor estrategia que puede seguir una empresa o profesional, bajar los precios o regalar nuestro trabajo.

Pues bien, parece que se acabó lo gratuito, se acabó lo que se daba. Parece que los gobiernos, la mayoría de las empresas y algunos profesionales se están dando cuenta que si quieres sobrevivir hay que generar ingresos. Y eso, logicamente, genera rechazo.

Ayer precisamente leía en el blog de Isra García una frase que me pareció muy apropiada.

Considera euros en el banco como la métrica definitiva – y trabaja para conseguirlo

Seguramente esto que comento no gustará a mucha gente, especialmente a aquellos que han acabado considerando que el dinero cae de los árboles.

¿Significa esto que, de pronto, todos aquellos que «regalan» su trabajo van a cobrar por ello o desaparecer? No lo creo. Pienso que incluso para quienes no somos Google, Facebook o Twitter hay razones para seguir ofreciendo contenidos más o menos valiosos en La Red pero deberá formar parte de una estrategia de negocio y no simplemente «algo que hay que hacer porque todo el mundo lo hace». Si no encaja claramente en un plan para ganarte la vida muchos acabaremos dejándolo.

Para mí, hay cuatro razones que justifican seguir dedicando un tiempo y un esfuerzo en ofrecer algo sin cobrar. Tu debes decidir en cual de ellos encajas.


Información

Si a cambio de tus contenidos consigues información, datos, ideas, aprendizaje, contactos o alguna «materia prima» con la que puedas crear algo puede ser interesante seguir echándole horas a crear y mantener un blog, Twitter o YouTube.

Dicen que el negocio de Facebook y similares consiste en utilizar tus datos (tu eres el «producto») para obtener un rendimiento. Pero es más dificil que un profesional independiente, un autónomo o incluso una pequeña o mediana empresa pueda rentabilizar su esfuerzo en esta dirección.

Útil si, rentable no.

Ingresos

La otra alternativa «tradicional» es la de generar ingresos por publicidad o como canal de venta de otros. Pero, de nuevo, esto es una cuestión de volumen y, salvo que le dediques mucho tiempo o trabajo, no vas a obtener suficiente dinero ni para pagar el hosting de tu blog. 

Interesante si, realista no.

Visibilidad

La opción más evidente para un profesional es la de la visibilidad y la notoriedad. La de utilizar Internet para dar a conocer tu Marca Personal (no para «crearla» como plantean algunos). El problema es que cada día es más dificil llamar la atención. El problema no son los otros profesionales que compiten contigo sino el propio ruido de La Red o los indocumentados que hablan sin saber. La posibilidad de posicionarse como experto utilizando los Social Media es cada día más complicada, costosa y volatil.

Catálogo si, luces de neon no.

Filantropía

Por último creo que siempre hay una razón para seguir con esto sin pedir nada a cambio, me refiero a la posibilidad de hacer algo que merezca la pena porque es útil para algunas personas. El problema es que aunque tu trabajo puede mejorar la vida de alguien, va a haber unos cuantos que hagan un uso interesado de lo que ofreces para conseguir su propio beneficio.

Generosos si, gilipollas no.

En resumen

Creo que estamos a punto de perder la inocencia en este universo paralelo de dospuntocerolandia. Pensábamos que aquí no se aplicaban las mismas reglas que en el mundo «real». Sin embargo, parece ser que detrás de cada blog, cada presentación en Slideshare o cada video en YouTube «gratuito» hay un ser humano que tiene que pagar una hipoteca o el colegio de sus hijos. Si van pasando los meses y los años y el retorno de la inversión es ridícula o inexistente lo lógico será que los contenidos vayan disminuyendo su calidad, su frecuencia o incluso desaparezcan.





Compartir esta publicacion