Te van a oír XIV: Donde hay hambre no hay plan duro

Esta semana me salté una de mis normas en relación al uso de herramientas de Social Media. Ante la insistencia de varios buenos amigos, acepté una aplicación para Facebook que desconocía que se llama SkillPages. Como suele ocurrir, este tipo de aplicaciones tienen un pico de visibilidad en la que parece que no serás nadie si no te apuntas. Pocas semanas después no es más que un icono olvidado.

En dospuntocerolandia parece que cualquier cosa nos va a cambiar la vida. Twitter está lleno de frases del estilo «los imprescindibles», «las diez aplicaciones que no te puedes perder», «los 3.421 manuales para encontrar empleo (¿?) con LinkedIn» o «los cuatro gurús a los que debes seguir o, de lo contrario, te caerán todos los males del mundo».

Y claro, estando la vida como está, no puedes despreciar estas recomendaciones. Así que, dejas todo lo que estabas haciendo y te pones a leer esas cosas que van a cambiar tu vida. Y te la cambian, claro que te la cambian. Te roban un tiempo precioso que no recuperarás jamás.

Francamente, ¿conoces a alguien (fuera del mundillo dospuntocerolense) a quien Pinterest, Klout o el SkillPages de turno le haya mejorado su vida de un modo relevante? Y no me refiero a quienes le venden la moto a las empresas con estas cosas.

Cuando entré en el dichoso SkillPages (ya me he quitado) me empezó a solicitar información y desde entonces, en un goteo constante, un montón de gente me ha solicitado que la etiquete. Y sinceramente, uno tiene cosas más importantes que hacer o incluso que no hacer.

En este panorama es evidente que el problema no está en la cantidad o el tipo de aplicaciones, consejos y «tontás imprescindibles» que surgen cada día, o casi cada minuto. Lo importante es definir una estrategia y diseñar un plan para ejecutarlo. Y para eso no hay que ser físico nuclear, creo que hasta un político podría crearlo. Sólo hay que responder a las preguntas básicas.

¿Qué quieres conseguir?. No voy a extenderme en esto porque ya lo he dicho en muchas ocasiones. Todo empieza con un objetivo o, como decía en el post anterior, con la intención de realizar un cambio para pasar de una situación A a otra B. Si esto lo tienes claro, todo lo demás será mucho más sencillo y eficaz. Te ayudará a decidir, por ejemplo, si tiene sentido que inviertas tu precioso y limitado tiempo en una herramienta o no


¿A quién te vas a dirigir?. Los objetivos profesionales (premios, ascensos, contratos, empleos,…) suelen depender de la decisión de otras personas. La importancia del Branding Personal reside en que te va a ayudar a dejar en esas personas la huella que deseas para que te escojan a tí entre varios.

Por lo tanto, debes decidir si los recursos que estás invirtiendo en conseguir visibilidad y notoriedad (ojo, eso es Marketing Personal, no Branding Personal) están consiguiendo resultados en quienes pueden ayudarte a conseguir tu objetivo. Pero debes reflexionar si los «followers», fans, «amigos» y comentaristas de tu blog forman parte de esa audiencia que te va a facilitar el cambio o simplemente sirven para engordar tu ego.

¿Donde está tu público?. Uno de los argumentos habituales para convencerte de que «hay que estar» en las Redes Sociales es que está «todo el mundo». Y ahí está el problema. Por ejemplo, dicen que en Facebook hay unos 900 millones de usuarios. En mi opinión, eso sería suficiente para salir corriendo.

Piensa en una TV de HD que tiene 1920×1080 píxeles (2.073.600). Ahora piensa que pones juntas 434 TVs de HD lo que daría un total de 900 millones de píxeles. Pues bien, tu serías uno de esos píxeles. El esfuerzo invertido para conseguir que tu pixel brille más o que puedas llamar la atención puede ser demasiado costoso, aunque digan que todo esto es gratis.

TevanaoirpeqQuizás deberías plantearte si no hay otros modos más útiles aunque quizás más incómodos que pasarte el día tras una pantalla para conseguir lo que quieres. Piensa donde está tu cliente. No tus seguidores, amigos, fans o followers sino tu CLIENTE, aquel que te va a proporcionar recursos para acercarte a tu objetivo.

¿Porqué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cuánto?. Podría seguir desglosando las partes de un plan de comunicación personal pero creo que la idea está clara. ¿No?

NOTA: Ya falta menos para que salga mi nuevo libro que da título a esta serie de posts. De momento te dejo con la portada y el enlace al libro en la web de mi editorial, Alienta





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