Piensa en pequeño

Desde hace algún tiempo vengo pensando en uno de esos tópicos tan repetidos en Internet. Se trata de esa idea tan aceptada que dice que cualquiera puede salvar el mundo o convertirse en el nuevo Google o la próxima Lady Gaga si maneja bien las herramientas dospuntocero.

La pasada semana me invitaron a participar en el Congreso Internacional de Ciudadanía Digital en San Sebastián. La organización era excelente y los ponentes eran de primera fila. Allí estaban desde uno de los «padres» de Internet (la «madre» debió ser un poco casquivana con tanto padre posible) hasta representantes y directivos de Google, Tuenti o Klout pasando por activistas por los derechos humanos. Todo muy importante y solemne.

Aunque no tengo ninguna vergüenza para subirme a un escenario, reconozco que, a medida que veía la importancia de los temas que trataban los ponentes, me empecé a poner un poco nervioso. Pensé que ante tanta eminencia tecnológica y justicieros del mundo, ¿Que podía aportar alguien como yo que sólo pretendía hablar de temas y problemas de profesionales del mundo «real»? Pero como no podía salir huyendo, tiré para adelante y solté las ideas que vengo compartiendo por aquí.

Sorprendentemente no sólo no llamaron a seguridad para hacerme abandonar el escenario sino que, además, los asistentes empezaron a tuitear cosas como, «menos mal que alguien habla de cosas reales», «por fin alguien que no vende humo» o «exagera en algunas cosas pero tiene toda la razón». Además, y esto es lo más importante, las caras de quienes me escuchaban me decían que no iba por mal camino.

Quizás me equivoque pero en ese momento vi, una vez más, que en dospuntocerolandia existe una tendencia y una tentación casi irresistible por centrarse en lo grande, en lo llamativo, en lo popular o populista y olvidarse de lo cercano, lo pequeño, lo que no llama la atención. 

Cuando echo un vistazo a Twitter veo a mucha gente hablando de cosas que, al menos para mí, son lejanas y poco relevantes. Francamente el valor de la acción de Facebook cuando salga a bolsa me la suda bastante. La enésima modificación de Google+ no influye en lo más mínimo en mi vida. Y con todos los respetos, dedicar tu tiempo organizar campañas desde tu flamante iPad a favor de causas muy, muy lejanas cuando tienes los problemas en la puerta de tu casa me parece extraño. Lo que está ocurriendo con la crisis es horroroso, pero creo que las cosas se cambian luchando con nuestro trabajo y no con eslóganes ingeniosos de 140 caracteres en Twitter o en una plaza.


Aquí me estoy metiendo en un charco y seguramente me equivoco pero creo que en La Red hay mucha gente que trata de compensar sus carencias o sus complejos dedicándose a hablar de cosas que le vienen enormes. Nos han llenado la cabeza con aquello de pensar en grande. Y no digo que esté mal, simplemente opino que antes hay que pensar en pequeño. Además, lo pequeño es hermoso.

En el congreso que comento hablé de autónomos, de pequeñas empresas, de problemas de personas con nombre y apellidos. Ahí es donde podemos influir, donde podemos dejar nuestra Marca Personal. No digo que no seamos ambiciosos o tengamos una visión potente de lo que queremos conseguir, pero si empezamos la casa por el tejado, todo se derrumba.

Estoy cansado de los grandes casos de éxito, de las cifras obscenas que consiguieron unos chavales vendiendo una aplicación para Android. Pero creo que esos ejemplos no son motivadores sino más bien al contrario, son deprimentes. Me parece estupendo que alguien nos explique como lucha contra las minas antipersona, pero creo que antes de cambiar El Mundo, hay muchas cosas que hacer en tu entorno. Aunque quizás no es tan vistoso ni van a percibirte como un héroe mediático.

Una estrategia de Branding Personal empieza tratando de dejar huella en la gente con la que te relacionas más directamente e influyendo en las cosas que tienes más cerca.

Siempre me ha gustado la astronomía, así que cuando quiero pensar en cosas que me vienen grandes, que me hacen sentir pequeño y que no puedo comprender repaso El Universo de Asimov o me pongo un video de Cosmos. Y luego vuelvo a las cosas en las que puedo influir.

Termino con un ejemplo relacionado con la Marca Personal que me ha gustado mucho y que trata de cambiar las cosas desde su entorno. Se trata de un comic que ha creado el Servicio de Empleo del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio y que explica de un modo muy sencillo algunos conceptos útiles para buscar empleo utilizando el Branding Personal. Puedes descargarlo aquí.


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