¿Hay que mojarse?

Antes de nada quiero dejar clara una cosa. Para mí, Internet es un medio libre en el que cada uno tiene el derecho a decir y a comportarse como mejor le parezca siempre que actúe dentro de la legalidad.

Dicho esto, sabemos que en dospuntocerolandia constantemente aparecen personas que asumen el papel jueces y legisladores que dicen qué herramientas hay que utilizar y lo que hay que decir y se empeñan en etiquetar a los usuarios en función de sus propios criterios, creencias y paranoias. Creo que no hay que hacerles el más mínimo caso.

Pero a pesar de eso o precisamente por eso, con frecuencia surgen dudas sobre lo apropiado o no de decir o mostrar ciertas cosas en las redes sociales o en la «vida real» precisamente por el riesgo real de ser etiquetado o «marcado».

Ya he hablado alguna vez aquí sobre la diferencia entre lo personal y lo privado. Creo que no sólo es bueno sino más que recomendable dar opiniones personales sobre asuntos relacionados con nuestra profesión. Eso es lo que aporta valor en un blog, en una presentación o en una conversación informal.

Otra cosa muy distinta es meternos en el ámbito de lo privado. Y ahí me refiero, por supuesto, a todo lo que tiene que ver con cuestiones que afectan a nuestro círculo personal más cercano o a nuestras opiniones personales sobre temas no profesionales. Eso es algo que, según mi criterio, debería quedar siempre fuera de las redes sociales o limitado a un entorno muy reducido. Aunque con los cambios y errores de privacidad que ocurren en algunas redes, incluso esto debería ser utilizado con mucha precaución.

La pasada semana un buen amigo que se dedica a temas dospuntocero me decía que estaba escandalizado con uno de los temas políticos y polémicos de los que se está hablando ultimamente y que enfrenta a dos bandos ideológicos aparentemente irreconciliables. Así que decidió dar su opinión y expresó su malestar en un Twitt. ¿Es eso correcto o no?

Como decía al principio, uno es libre de opinar como quiera en La Red. Sin embargo, desde el punto de vista de la Marca Personal, todo cuenta, todo lo que decimos suma o resta, todo lo que hacemos nos posiciona o nos difumina. Así que cada vez que realizamos una acción, debemos esperar una reacción.


En realidad el Branding Personal consiste precisamente en eso, en gestionar lo que transmitimos para generar la percepción que mejor se ajuste a nuestra Estrategia Personal. Pero ojo, aqui no estoy diciendo que tengamos que inventar nada o mentir, lo que quiero dejar claro es que una marca personal o comercial se construye identificando, desarrollando y mostrando aquellos atributos que mejor nos definen y que son relevantes para posicionarnos en nuestro «mercado».

Una opinión sobre un asunto político, deportivo, religioso o de cualquier otro tipo es algo que, salvo que te dediques profesionalmente a ello, sería recomendable que quedase limitada a tu ámbito privado. No digo que deba quedar absolutamente «prohibido», yo mismo he dicho aquí que el concepto de Branding Personal está más cerca del liberalismo que de otro tipo de ideologías. Pero cuando lo he expresado ha sido porque, como en este caso, creo que puede servir como ejemplo y siempre he tratado de argumentarlo. Sin embargo, cuando sea irrelevante para tu estrategia o incluso dañino, es mejor evitarlo por muchas ganas que tengas de soltarlo.

Lo que es absurdo es poner en primer plano un atributo, cualidad o característica que no potencie tu Marca Personal. Y cuando dedicamos tiempo, esfuerzo y espacio a expresar algo que no es importante para nuestro posicionamiento podemos estar generando confusión en nuestro entorno.

Creo que la Marca Personal se construye escogiendo aquellos atributos que nos hacen destacar y que mejor nos definen y que pueden ser útiles a quienes nos necesitan. Dar una opinión espontánea y visceral sobre un tema polémico no creo que se ajuste al criterio que comento y puede hacer más mal que bien.

Por otra parte en los años que llevo trabajando en todo esto he comprobado una y otra vez que lo que vemos en La Red no suele ser la opinión mayoritaria. Además, constantemente me encuentro con personas que piensan de forma distinta al «pensamiento unico» al que tiende dospuntocerolandia pero que se mantienen en silencio.

Así que aunque una opinión pueda ser bien acogida por los más activos en las redes (¿redactividad?) puede que haya muchas personas que se sientan incomodas u ofendidas por una opinión expresada irreflexivamente y que no aporta nada a tu posicionamiento profesional.

En resumen, todo lo que haces refuerza o debilita tu Marca Personal que cuesta mucho desarrollar y es muy facil destruir. Así que, aunque tienes toda la libertad del mundo para expresarte como quieras, lo más inteligente es hacerlo con responsabilidad y no dejarse llevar por impulsos irracionales. Porque con la que está cayendo, si te mojas y no tienes cuidado puedes acabar con una pulmonía dospuntocero.





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