Parásitos y Matriz de Marca Personal

Dicen los periodistas que ellos nunca deberían ser noticia. Eso suelen decirlo en las ocasiones en las que algun profesional de los medios ha acaparado cierto protagonismo. A mi tampoco me gusta hablar de lo que ocurre entre los profesionales que nos dedicamos al Branding Personal porque no creo que aporte demasiado valor. Pero, a veces, hay que refrescar algunas ideas.

Creo que es Alfonso «Yoriento» Alcántara quien dice algo así como que un gurú es alguien que se apunta a una tendencia un minuto antes que el resto. Por eso hay tantos «Early Adopters» sumándose a todo lo que surge para poder decir que ellos lo vieron primero.

Pero ahora resulta que hay una nueva tendencia entre los aspirantes a gurús. Los podríamos denominar «Early Killers» y seguro que conocéis unos cuantos. Son aquellos que se dedican a «matar» (o eso quisieran ellos) cualquier idea, concepto o tendencia que no les encaja en su forma de pensar. En los últimos tiempos han matado de todo desde la prensa hasta los blogs.

Uno de los últimos «Early Killers» es un tal Olivier Blanchard que en un post reciente «mataba» al Personal Branding. Llevo ocho años escuchando sandeces de gente que no se quiere enterar de qué va esto y ya no pienso perder ni un segundo en rebatir ni una más. Además, hay amigos como Oscar del Santo que le ha respondido perfectamente. El mismo Blanchard parece no darse cuenta que con su blog y con sus ideas está posicionando su Marca Personal. Marca que tiene aunque no quiera o no crea en ella.

Sólo diré que esto que llamamos Marca Personal existe desde muchos siglos antes de que naciese Tom Peters y que seguirá existiendo mucho después de que todos desaparezcamos. El Branding Personal simplemente es una forma sistematizada de dejar en los demás esa huella auténtica o recuerdo que mejor nos representa.

Sin embargo, creo que todas las profesiones tienen un punto debil que hace que pierdan credibilidad y proporcionen argumentos a estos asesinos de tendencias. El principal problema suelen ser los propios profesionales o, mejor dicho, los que dicen que lo son sin serlo. Esto ha ocurrido con el coaching, la consultoría, los fontaneros, el branding, el «social media», el marketing, los RRHH… y ahora, posiblemente, con los capitanes de barcos.

Dicen que si a un cubo de basura le echas una gota de vino, sigue siendo un cubo de basura. Pero si a un barril de vino le echas una gota de basura, te has cargado el vino. Pues eso ocurre en todas las profesiones.

Siempre que surge una profesión o tendencia interesante aparecen «parásitos» que invaden al «huesped» y se aprovechan hasta que lo matan y saltan al siguiente. Por eso creo que la obligación de un profesional no es solo la de defender su parcelita sino la de apoyar a aquellos que, aunque sean competidores, aumenten el prestigio de la profesión. Y también deberían establecer los límites y las reglas de su profesión.

Si como profesional o como organización no quieres perder tu dinero o algo peor, tu credibilidad, trabajando con alguno de estos parásitos, se me ocurren unas cuantas preguntas para detectarlos. Creo que son válidas en la mayoría de las profesiones.

¿Cuanto tiempo lleva esa persona en la profesión?

Todos los días aparecen personas que crean un blog o una cuenta en Twitter diciendo en su perfil que son Expertos/Apasionados de ………………. Mi experiencia me dice que el 99% no duran ni dos meses. Su pasión se enfría pronto.

En las Alertas de Google aparecen dos o tres personas cada día que dicen que hacen Branding Personal (o cualquier otra profesión) y jamás vuelve a saberse nada de ellos. Pero mientras tanto han añadido un poquito de basura al barril y le dan argumentos a los Blanchard del mundo.

¿Qué se sabe de la profesionalidad de esa persona en esa materia?

Cuando veo una de esas típicas conferencias o cursos organizados por la Obra Social de alguna Caja de Ahorros o por una Escuela de Negocios de tercera sobre Social Media, Marca Personal, Coaching o cualquier otro tema, suelo buscar el nombre del ponente en La Red. La mayoría de las ocasiones no aparece nada porque normalmente es un cuñado o amiguete del que lo organiza que tiene fama de leer mucho, es chistosillo y así se lleva unos eurillos, que la vida está muy «achuchá».


No digo que obligatoriamente deba tener una gran notoriedad, pero si no le citan en ningún medio, si su nombre en Google aparece sólo en una lista de antiguos alumnos de su colegio, si nadie sabe nada sobre él/ella, ¿Qué lecciones pretende dar?

Hazte preguntas como, ¿Tiene casos de éxito? ¿Puedo ver muestras de su trabajo? ¿Lo que aparece sobre esta persona lo han escrito otros o es puro autobombo? ¿Quién puede darme referencias? ¿Se ha aplicado su propia medicina y es un ejemplo de lo que predica? (Siempre me acuerdo de esa autora de autoayuda que acabó suicidándose)

¿Tiene un método?

Una de las cuestiones fundamentales a la hora de elegir un profesional es su método de trabajo. Todos los días aparecen iluminados, genios renacentistas que saben de todo, artistas de la gestión que basan su profesionalidad en la inspiración, a los que hay que creer porque son quienes son. Pero si no siguen un procedimiento, un método, propio o de otros, mejor olvídate.

Corolario

Si la respuesta a estas preguntas es NO y te piden más de 15 Euros por sus servicios o por asistir a una de sus ponencias, olvídalo. Lo más probable es que lo que te cuenten lo hayan leído en algún libro (o, a veces, ni eso). Así que lo mejor que puedes hacer es encontrar los dos o tres libros de referencia sobre el tema y hacerte con ellos. Cómpralos, pídelos prestados o léelos en la FNAC, lo que sea, pero no alimentes a los parásitos. Creo que en todas las profesiones debería haber un cartel parecido a ese que hay en el transporte público que dice que no dés limosna para no fomentar la mendicidad.

ANEXO

En el caso del Branding Personal está ocurriendo un fenómeno curioso en el mundo del parasitismo. La mayoría de la gente no tiene ni idea de lo que es el branding, así que del Branding Personal ni hablamos.

Además ocurre como con otros conceptos cuando se juntan. El Ser Humano es bueno pero un Recurso Humano, NO. Ser Madre es bueno, pero ser una Madre Política, NO. Ser una Persona es bueno pero el Branding Personal es malísimo porque, como todos sabemos, el Branding se basa en la mentira, manipulación, engaño y todo tipo de influencias diabólicas ¿Verdad? Pues no.

Así que cualquiera que sabe algo de Linkedin o de hacer un Curriculum o de elegir el color de la corbata o de hacer Networking o de peluquería, dice que hace Branding Personal y se queda tan campante. No digo que no sepan de lo suyo, pero de Marca Personal, seguro que no.

Eso de lo que dicen algunos que saben son sólo ingredientes, algunos secundarios o incluso irrelevantes, de un proceso de Branding Personal. Pero muchos siguen sin entender que la Marca Personal es el resultado de las acciones y comportamientos derivados de una Estrategia Personal que incluye esos asuntos y muchos más.

La Marca Personal es el resultado de un conjunto de elementos igual que una marca comercial es el resultado de la suma de esfuerzos de todos sus departamentos.

Así que para dejar claro de una vez por todas lo que debería incluir un Modelo de Branding Personal aquí tienes este cuadro. Es un resumen muy básico de lo que explico en mis dos libros Marca Personal y Expertología. Pero espero que sirva para diferenciar a quienes venden una parte por el todo de aquellos pocos que tienen en cuenta todos los elementos.





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