Presentaciones Impresentables

Con la entrada del nuevo año, dospuntocerolandia poco a poco empieza a centrarse y a hablar de los temas realmente importantes para la humanidad. No me refiero al paro, o al cambio climático o a la (mala) calidad de la educación o los servicios. No nada de eso. Eso son solo paparruchas.

Lo que realmente es trascendental y relevante es que…(redoble de tambores)…¡¡¡Google va a sacar un teléfono!!! Así que veremos fotos de colas interminables de gente que quiere conseguir uno como si fuese su última oportunidad de conseguir un antídoto que le salve la vida. Seguramente esas personas serían incapaces de hacer algo similar por conseguir un empleo o alguna «tontá» similar, pero joder, es que es un teléfono de Google.

Pero eso no es todo amigos. Por lo visto, Jobs, ese genio, semidios (o dios completo), ese padre o hermano que muchos habrían deseado tener, va a sacar otro «gadget». Así que, con estos asuntos tenemos contenido para varios meses.

Fuera de bromas, creo que independientemente de la importancia o la relevancia de esos cacharros hay un aspecto que no se tiene demasiado en cuenta a la hora de entender el fenómeno.

A pesar de lo que digan los fanáticos dospuntocerolenses, nada es importante hasta que tiene un efecto en el mundo «real». Dicen que la prensa está muerta, pero a un twittero con miles de followers se le hace el culo PepsiCola si le dicen que va a aparecer en «los papeles». Toda la movida del manifiesto habría quedado como una anécdota si los medios tradicionales que tanto desprecian los «early adopters» no se hubiesen hecho eco del asunto. Y los protagonistas estaban encantados de hablar frente a una alcachofa, no había más que verles.

A una escala más reducida hay otros métodos «offline» muy efectivos para posicionar tu Marca Personal. Creo que antes de saltarse varios cursos y tirarse a lo dospuntocero, muchos directivos y profesionales deberían conocer y utilizar eficazmente «los clásicos». La escritura, la conversación, la oratoria,… y las presentaciones.

No importa la posición que ocupes en el organigrama, las probabilidades de que tengas que hacer una presentación a tus jefes, colegas, clientes o a una audiencia general son muy elevadas.


El software que utilizamos para crear presentaciones es una de las pocas herramientas que requiere que tengas que pensar constantemente de un modo visual. Sin embargo, a diferencia de las habilidades de comunicación verbal, la utilización de imágenes no es sencilla ni nos han enseñado a utilizarlas en el colegio o en escuelas de negocios.

Las presentaciones se han convertido en La Herramienta de comunicación empresarial. Del mismo modo, ideas, proyectos y carreras pueden verse afectadas negativamente por una comunicación inadecuada.
Cada día se hacen millones de presentaciones, pero solo un pequeño porcentaje son efectuadas correctamente. Como empresario, directivo o formador, creas presentaciones en las que te juegas mucho.

Una presentación influye en el valor de las acciones, las ventas, las promociones profesionales o el clima laboral. Sin embargo, nuestra falta de entrenamiento en comunicación visual ha conseguido que las presentaciones sean consideradas culpables de desastres en proyectos de ingeniería, evaluaciones e incluso escándalos bursátiles.

Las «transparencias» han quedado en una tierra de nadie en la que muy pocos saben como crearlas y utilizarlas de forma eficaz. Pero aun así, cuando una presentación se hace de forma correcta y se explica bien, se convierte en una de las herramientas de comunicación más poderosas que existen.

Gran parte del éxito de Al Gore en su campaña contra el cambio climático se debió a una optima utilización de las imágenes en sus conferencias. Lo mismo se puede decir de cada una de las presentaciones de Apple que realiza ese ídolo de masas que es Steve Jobs.

Podemos seguir echando la culpa al software, pero lo que realmente hay que hacer es asumir nuestra responsabilidad. Como comunicadores que queremos dejar nuestra Marca Personal, es imprescindible aprender a crear historias visuales que conecten con nuestra audiencia. Y eso es mucho, muchísimo más dificil que escribir un post o un twitt más o menos ingenioso. Os lo digo por experiencia.

Y quizás, cuando seas capaz de plasmar tus ideas de una forma sencilla, clara y eficaz en el mundo real y frente a una audiencia con cara y ojos, podrás destilar todo ese conocimiento y llevarlo a lo virtual.





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