¿Master o Marca Personal?

Como sabemos todos los que, en algún momento, nos hemos «apuntado» a un MBA, o a un Master de otro tipo, lo hemos hecho por un único motivo: el afán de aprender y de ser mejores personas y profesionales. ¿A que sí?
Por alguna razón, tras varios años de carrera y algunos de experiencia, hay un momento en el que empiezas a creer que necesitas urgentemente meterte en una escuela de negocios «de prestigio» y pagar un pastón para que alguien te cuente algo que ya sabes o que podrías encontrar facilmente en otros sitios.

Hay un par de cosas que tengo claras sobre lo que NO se aprende en las escuelas de negocios:

No aprendes a ser empresario o a crear empresas. Te enseñan a administrarlas. Y para eso tienen que eliminar, desinstalar de tu mente toda tendencia o tentación a emprender o a arriesgar tu dinero (si te queda algo después de pagar el Master).
Hay que ser conservador para ser un directivo docil, útil, moldeable, y acojonado por mantener tu sueldo y coche de empresa, así que, nada de aventuras locas, ni de montar algo que implique algún riesgo. La función de las Escuelas de Negocios es crear escualos de negocios.

No aprendes lo realmente importante. Se habla de balances, cuentas de resultados, planes de marketing, estructuras societarias y gestión de competencias. Pero no se dice ni mu sobre la presión familiar, las dudas personales o la soledad de quién quiere poner en marcha un proyecto.

Al parecer, solo unos pocos se atreven a reconocer que hacen el Master por establecer contactos con gente importante, por engordar el CV con una linea más, por hacer tiempo hasta que pase la «crisis» del momento, por no enfrentarte a la realidad laboral, por demostrar que estás preparado para dirigir una empresa (aunque al final acaben ofreciéndote puestos de mierda… si tienes suerte) o por la vana esperanza de ganar más dinero gracias a esa etiqueta.

Parece que el ser humano no puede evitar dedicar unos meses de su vida a hacer algo inutil pero que le mantenga alejado de la realidad y le permita conocer gente. Antes se llamaba Servicio Militar, ahora se llama Master. Antes te hacían un Hombre, ahora te convierten en un Profesional con Master.

Por lo tanto, si no eres de esos profesionales del Renacimiento cuyo único afán es el conocimiento o si tienes unos compromisos familiares que te hacen dificil pagar un dineral durante unos meses en los que no ingresarás ni un euro, quizás debas plantearte otras alternativas.

Es a todos estos a quienes escribo este post.

Estas personas «extrañas» que tienen una visión utilitaria de un Master, realmente lo que quieren es adquirir nuevos argumentos para POSICIONARSE en el mercado. Lo que quieren es aumentar el valor de su Marca Personal. El problema es que esa linea en el CV cuesta mucho dinero, quizás demasiado para el Retorno de la Inversión (eso también lo explican en un MBA).


En mi opinión, casi todas las ventajas de un MBA puedes conseguirlas de modos más eficaces, sencillos y baratos en tiempo y dinero.

Establecer contactos. ¿No crees que hay modos más eficaces de conocer profesionales con los que colaborar? ¿No es arriesgado apostar tu tiempo y dinero por conocer a un grupo de gente que está buscando lo mismo que tú? ¿De verdad crees que esas personas que forman parte de tu grupo de trabajo y con la que compites va a solucionarte la vida? ¿Cuanta gente podrías conocer a través de encuentros sectoriales o redes sociales con la inversión que has hecho en esa Escuela de Negocios?

Diferenciación. Puede que, hasta el principio de la década de los ochenta, hacer un Master fuese un elemento diferenciador. Pero los que tenemos menos de cuarentaycinco no pudimos subirnos a ese tren. Si lo que quieres es que aprecien tu aportación, es mejor que empieces a utilizar otros medios más eficientes. Si lo que quieres es destacar, sobresalir, preocúpate de hacer un buen trabajo y de que se reconozca por quienes toman las decisiones.

Confianza. Salir con un sello en la frente de algunas Escuelas de Negocios ha sido como un certificado de calidad para quienes seleccionaban profesionales. Ahora hay tantos programas y tan variados que la confianza tienes que ganártela demostrando lo que eres capaz de hacer y no mostrando un diploma. Para eso tienes La Red, eventos en los que puedes demostrar lo bueno o buena que eres, puedes escribir artículos, poner fotos de tu trabajo o mostrar lo que otros dicen de tí. ¿No crees que eso es más útil, fiable y barato que «comprar» un certificado?

Mentores. Vale, se supone que en las «buenas» Escuelas de Negocios vas a encontrarte con profesores de prestigio. ¿Pero piensas que te van a llevar a vivir con ellos? ¿No crees que lo que te puedan contar en unas horas no lo han publicado antes (o leído a otros autores)? ¿Has intentado contactar con algún profesional de tu especialidad para charlar con él o ella y que te ayude o te oriente? ¿Cuantas comidas con expertos puedes pagar con lo que te vas a gastar en el Master?

Buscar o ser buscado. Los MBAs pertenecen a una época en la que lo que primaba era el CV, buscar-mendigar un empleo y ocupar un puesto. En este momento, lo que importa es que te encuentren y te reclamen porque eres un profesional destacado, un profesional con Marca Personal. ¿No crees que es más eficaz dedicar esos meses a desarrollarte y posicionarte por tí mismo que esperar a que te busquen por la marca de otros?

Aprendizaje. No se si todo está en La Red, pero de lo que estoy seguro es de que lo que falta está en las bibliotecas o en Amazon. Puede que quieras ser un profesional de IT, o de R2H2 o de Logística. ¿No es mejor dedicar tu recursos limitados a investigar por tu cuenta y a documentarte? ¿Cuantas horas de navegación, investigación necesitas para convertirte en un especialista, en el mejor en tu campo? ¿Tienes que pasar por un aula y analizar un caso de una empresa que nada tiene que ver con la realidad? ¿No aprenderás más charlando con profesionales de tu sector que se enfrentan con Casos reales todos los días?

Estatus. ¡Madre mía! Si todavía hay alguien que cree que un Master le pone a un nivel superior es mejor que se lo vaya mirando.

Visibilidad. ¿De que sirve tener un diploma cogiendo polvo en un cajón (porque no creo que a nadie se le ocurra colgarlo en su despacho)? Si realmente quieres que se te conozca como un profesional de referencia, debes salir, hablar, demostrar y resolver. Eso implica meterse en «fregaos», hacer cosas y cometer errores. Te aseguro que en los meses en los que pases metido en esa burbuja que llaman Escuela de Negocios, vas a estar absolutamente oculto.

De nuevo me sale un post de los de hacer amigos. Entiendo que a cualquiera que haya hecho un Master o esté haciéndolo no le hará mucha gracia leer esto. Pero no me dedico a hacer feliz a la gente, sino a conseguir que se posicionen de la mejor forma posible.





Compartir esta publicacion