Marca Personal, Despidos y Libertad

Hace unos días me invitaron a hablar de Marca Personal a un grupo de profesionales del programa de PDD en IESE. Pasamos un rato muy agradable y pudimos charlar y debatir sobre el tema.

Al hablar de la importancia de los principios y valores para posicionar tu Marca Personal, uno de los asistentes planteó una situación frecuente en estos momentos.
Comentó que hacía pocos días recibió la orden de despedir a varios colaboradores, que debió mantener mucha discreción hasta el día en que fuese efectivo y que lo pasó francamente mal.

Hace algún tiempo, uno de los mejores responsables de R2H2 que he conocido (si, hay alguno) me planteó una situación similar. Debía despedir a un grupo de personas, algunas de las cuales estaban a punto de tomar decisiones personales que podían verse dramaticamente alteradas si perdían el empleo. La empresa exigía discreción al responsable de R2H2. Al mismo tiempo este directivo se veía en el dilema moral de informar a algunas de estas personas para evitar males mayores.

Este es un caso típico de choque de valores. Estas son las situaciones en las que la responsabilidad individual, los principios y la coherencia definen una Marca Personal y no el número de followers en twitter o la posición en Google.

El Branding Personal no es un sistema de leyes morales, solo es una herramienta, como un cuchillo o la TDT. Sin embargo, aunque cualquier opción es válida, son las decisiones difíciles las que definen la huella que quieres dejar en el mundo.

Cuando el amigo del PDD me comentaba, visiblemente afectado, la situación que tuvo que ejecutar, pensé lo siguiente:


Sentirse mal. Cuando una persona se siente mal en su trabajo, al tomar una decisión o al verse obligado a actuar de una determinada manera podemos asociarlo a la fiebre. Es algo desagradable, que te hace sentir mal, pero también es una forma de decirnos que algo no funciona correctamente.
Si estamos en una empresa y cada día nos sentimos peor es que nuestros valores están alejados de los que nos impone la organización. Es el momento de empezar a ejecutar el plan B o C o D. El PlanE se lo dejo a otros.
Si te «toca» despedir a un grupo de gente que consideras válida por una decisión injusta, es que algo va mal y acabarás pagándolo caro, además de ir debilitando tu Marca Personal para fortalecer la de otros.

La decisión final es tuya. Este asistente a la charla nos decía que no tenía otra opción. Solo podía obedecer las órdenes de la empresa. Pero cualquiera que haya leido El hombre en busca de sentido sabe que no es así, siempre tenemos opciones.
La decisión final es tuya. El que tomes una u otra es lo que va a definir tu posición como persona o como profesional. Ni yo soy juez ni el Branding Personal es un conjunto de leyes éticas.
Si decides obedecer a la empresa fortalecerás tu posicionamiento interno y quizás te lo acaben premiando. Si decides rebelarte quizás pierdas el empleo (y tu bienestar) pero se te percibirá como alguien que pone a las personas, a la justicia y a la honestidad por encima de su seguridad. La última palabra la tienes tú, aunque sea una decisión dificil.

Siempre hay opciones. Afortunadamente, por muy dificil que sea la situación actual, no tienen nada que ver con la vida en el campo de concentración que describe Viktor Frankl. Siempre hay otras opciones. Solo hay que pensar un poco y quizás cambiar un mucho.
Creo que uno de los errores de los directivos en general y de los de R2H2 en particular es la pereza, vagancia o simple estupidez creativa a la hora de buscar soluciones alternativas. Parece que las órdenes que se reciben desde Londres, Chicago o Madrid van a misa y nadie se las replantea (no vaya a ser que nos metan en la lista por rebeldes).
Muchos directivos solo son capaces de ver NENAs, las situaciones en las que No Existe Ninguna Alternativa.

Ir de víctima. Pero la responsabilidad no es solo de los «despedidores» sino también de los afectados. Muchos profesionales se consideran víctimas, cuando solo son irresponsables, incautos o inconscientes.
Una víctima es una «Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita (Que sucede inopinada y casualmente)». Es decir, una víctima es alguien que muere atropellado por un borracho o una mujer que vuelve a su casa y se encuentra con un violador en su portal.
Una víctima no es un herido en los Sanfermines, ni un profesional que ve lo que está ocurriendo y pide un préstamo para irse de vacaciones al Caribe.
El mundo empresarial se ha convertido en un entorno de alto riesgo para los profesionales y si no elaboras una estrategia de posicionamiento personal no puedes ir de víctima.

Por lo tanto, constantemente estamos poniendo a prueba nuestras prioridades y valores. Son las decisiones basadas en ellos los que van dando solidez (o debilitando) nuestro prestigio, posicionamiento, nuestra Marca Personal. Y eso ocurre tanto si estás en todos los «saraos» 2.0 como si solo te conoce un puñado de personas.

Por cierto, el responsable de R2H2 y sin embargo amigo, decidió informar a los profesionales con más riesgo… y perdió su empleo. Sin embargo, y seguramente gracias a esa coherencia personal y profesional, es uno de los responsables de personas más apreciados y valorados. Un profesional con Marca Personal.





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