Química Recreativa XXIV: Marca Personal y Tabla Periódica

Empiezo a tener la sensación de que el pesimismo está afectando gravemente a mucha gente hasta el punto de paralizarla. Supongo que la paralización es el paso previo a la huida, pero al menos esta implica hacer algo.

Con demasiada frecuencia en los últimos cursos y charlas que estoy dando, me encuentro con personas que parece que han tirado la toalla. A veces pienso que si tuviesen la misma creatividad para encontrar soluciones que para darme excusas sobre su inactividad, serían más prolíficos que Edison y da Vinci juntos.

Supongo que en este momento tenemos al menos tres opciones.

A. No hacer nada. «Total, para que…»
B. Buscar un empleo inexistente. «Voy a enviar 3.000.000 de CVs a ver si toca»
C. Descubrir lo que sabes hacer y comunicarlo para hacerte el encontradizo.

No me interesan ni la A ni la B y ese no es mi negociado. Mi trabajo consiste en construir algo potente con los mimbres con los que contamos. Y eso me lleva a mis tiempos de facultad.

Seguramente recordaréis el Sistema Periódico. Es la recopilación de los cientoypico elementos que componen la materia. Todo lo que compone este universo está hecho con esos elementos, especialmente con unos pocos.
A su vez, cada uno de esos elementos se diferencia del resto por algo tan simple como su composición de protones y neutrones. Es así de facil o así de complicado.
Igual que en la sociedad, hay Nobles (Gases), Raras (Tierras), Pesados (Metales), etc.

Pues bien, desde el teclado que tenéis delante hasta la piel con la que pulsais esas teclas está hecha con una combinación de esos elementos. La mayor parte de las veces con solo un puñado de ellos.


Pues al escuchar a algunas personas en los últimos tiempos no se si pensar que nos creemos más listos o más tontos que la propia naturaleza. Da la sensación de que tenemos muchos menos elementos/recursos para salir adelante de los que pensamos.

Cualquiera de nosotros tiene formación, experiencias, conocimientos, pasiones, habilidades suficientes y diferentes como para conseguir algo muy potente (¿explosivo?) al combinarlas de diferentes formas.

Puede que pienses que no sirves para nada, pero incluso para esto hay ejemplos químicos que te quitan la razón. En la primera empresa en la que trabajé, nos dedicábamos a coger los desperdicios (lo llamábamos Derivados) que desechaban las refinerías (coque, azufre, parafinas, asfaltos, etc.) y nos dedicábamos a procesarlos para darles un valor añadido. Al principio, era poquito, pero con el tiempo acabó convirtiéndose en una linea de negocio muy rentable de la empresa madre.

¿Crees que por haber estado cuidando a tus hijos durante 10 años ya no sirves para nada? Y una mierda. Has estado manejando presupuestos mínimos, gestionando crisis, convirtiéndote en multitarea, dirigiendo equipos, estableciendo relaciones, negociando contratos,… ¿Te parece poco? Te aseguro que hay mucho gurusito y directivo que no ha tenido ni la décima parte de experiencias aplicables a la empresa que tú. Y si en este puñetero país no hay gente capaz de apreciar esto es que estamos muy, muy enfermos.

Lo repito y lo repetiré las veces que haga falta. No se trata de encontrar un empleo sino de obtener los ingresos necesarios primero para sobrevivir y luego para vivir. Y si para eso hay que considerar los «empleos» como algo del pasado, pues adelante y a montártelo por tu cuenta, a vivir de tu capacidad de hacer cosas, no de echar horas en un cubículo.

Quizás mis estudios sí tuvieron sentido, y ahora, por fin, estoy encontrando la forma de juntar elementos y provocar una reacción. Quizás solo debemos encontrar el catalizador, las condiciones necesarias para acabar con esa falsa estabilidad/paralización.

Por el amor de Dios, siéntate un rato, empieza a hacer un inventario de todo lo que eres capaz de ofrecer y juega al Quimicefa personal. Puede que te quemes o que no pase nada, pero sigue probando o te aseguro que tarde o temprano se producirá la reacción.





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