Decisores y porteros de discoteca

El otro día decía que había que empezar a plantearse la venta de nuestro trabajo como si se tratase de la venta de cualquier otro servicio. Debemos conseguir que nuestra Marca Personal sea una herramienta para elevar nuestro poder de negociación y nuestro valor en el mercado.

Decía que había que plantear las entrevistas con headhunters y similares, como negociaciones de venta en lugar de como interrogatorios policiales. Pero ahora hay que dar un paso más.

Cualquier experto en ventas te dirá que una de las reglas básicas del buen vendedor es llegar cuanto antes a quien toma las decisiones. Cualquier paso intermedio es como mínimo una pérdida de tiempo y en el peor de los casos puede ser una barrera insalvable.

De nada sirve hacerte amiguete de la persona de centralita o del tercer ayudante del colaborador del jefe de proyecto. La decisión de contratarte no la toman ellos.


Desgraciada y tradicionalmente la primera barrera, y muchas veces la única y definitiva, es el responsable de selección o alguno de sus subalternos propios o subcontratados (los peores). Su papel principal es equivalente al del Portero de Discoteca.

  1. Se sienten a gusto ejerciendo su poder basado en decisiones arbitrarias.
  2. Su filtro no es CB (Calcetines Blancos) sino CV.
  3. Piensan que el favor te lo hacen ellos a tí y no tu a ellos.
  4. No saben quién eres ni lo que quieres. Ni les importa.
  5. Se dedican a ejecutar las órdenes de otros.
  6. Creen que la suya es la única entrada.
  7. Hacen la vista gorda con sus amiguetes.
  8. Confunden la fuerza con la influencia.
  9. Pueden ser muy peligrosos si les cabreas.

Por lo tanto, si quieres vender bien tu trabajo y conseguir el puesto que deseas,

  1. Trata de llegar a quien tome las decisiones.
  2. Haz todo lo posible para saltarte al cancerbero empresarial. Solo está ahí para cerrar puertas y echar a (quienes considera) indeseables.
  3. Analiza, investiga y aprende todo lo que puedas sobre la empresa y el puesto que quieres conseguir. Y si no existe, encuentra razones para que lo creen.
  4. Ponte en contacto con quien creas que puede darte acceso a las personas que deciden y queda con ellas. En realidad no se trata tanto de vender tu trabajo como que te compren. Como dice Gitomer, a la gente no le gusta que le vendan, pero le encanta comprar.
  5. En cualquier caso, piensa que la discoteca-empresa es solo una opción. Hay otros sitios en los que divertirse. Y siempre puedes organizar algo con los colegas o hacerte amiguete del dueño del local y saltarte las barreras.

¡Ah! Y estúdiate el manual de Enrique.


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