Lecciones Aprendidas XIII: Marca Personal, no solo branding

Debates como los mantenidos en los últimos días con David, Antonio, Gian Lluís, Jose María o Enrique son los que enriquecen el concepto de Marca Personal y los que me mantienen centrado. Pero al mismo tiempo me recuerdan que este no es un simple modelo de desarrollo profesional o de «management».

Siempre he querido que mi modelo de Personal Branding fuese mucho más que una simple herramienta comercial o de notoriedad tal y como lo plantean los anglosajones. Creo que tiene una carga ideológica importante que lo enriquece pero que al mismo tiempo dificulta su aceptación general.

Sin embargo, tampoco quería perder de vista el objetivo final: conseguir ser la opción preferente para aumentar tu influencia, tu poder, tu capacidad de decisión o tus ingresos. Distintos pero relacionados.
Y aquí surgen todos los problemas. Cuando pretendes destacar, sobresalir o intentar que reconozcan tu valor surgen todo tipo de protestas y críticas. Esto genera un post como este en el que por alguna razón suicida arremeto contra todo bicho viviente. Espero que seais comprensivos.


  • Los moralistas no aceptan que haya quién quiera obtener ingresos suficientes (o excedentes) para él/ella o su familia. Son los de «el dinero no lo es todo, el dinero no da la felicidad». Si no piensas así, eres un ser despreciable. ¿Mentalidad Judeocristiana frente a la calvinista? No lo se, pero el caso es que hay muchas personas que lo ven de esa forma. Aunque no dejan de hacer quinielas o bonolotos. «Mientras haya salud…»
  • Los materialistas no aceptan que una Marca Personal tenga un elemento importante de valores, de búsqueda de la felicidad, de devolución de lo recibido a la sociedad, de colaboración. No entienden que una Marca Personal solo existe cuando satisface las necesidades de otros para satisfacer las propias. El egoismo es un mecanismo de supervivencia pero la generosidad también lo es. Incluso los santos esperan algo a cambio de sus acciones (posiblemente sean los más interesados al querer estar con Dios). La clave, como siempre, está en el punto medio.
  • Los responsables de RRHH no aceptan que haya personas que puedan aportar mucho más si se reconoce su trabajo, se escucha su voz y no se les encasilla en una Job Description o en un cuadro de competencias. No entienden que si rompes un contrato (psicológico o el que sea) la otra parte queda libre de vincularse con quién le apetezca y en las mejores condiciones posibles. ¿Mercenarios? No lo se. Creo que hasta los buenos mercenarios tienen ética porque de lo contrario no serían fiables.
  • Los antiglobalización, antisistema y progres varios no aceptan que se utilice un término marketiniano junto a la palabra Persona/Personal. No entienden que se trata de utilizar herramientas existentes pero que en si no son ni buenas ni malas. El branding es como la electricidad, los cuchillos o la televisión, dependen de como se usen pero no se les puede descalificar de buenas a primeras. Aunque son expertos en utilizar nombres opuestos a la realidad como República Democrática Alemana, República Popular China no ven con buenos ojos que se junte Marca con Persona.
  • Los espiritualistas, fanáticos del pensamiento positivo y devoradores de autoayuda no aceptan que además de la fuerza de la mente hay que hacer algo. ¡Por el amor de Dios! Vivimos en el mundo real, no somos Jedis que podamos conseguir lo que queramos utilizando La Fuerza. No va a venir Yoda a pagar la hipoteca por mucho que nos concentremos, apelemos a la Energía Universal o sintamos esa luz que hay dentro de nosotros (¿?). Empezamos así y acabamos participando en un suicidio colectivo porque vienen los ganimedianos a salvarnos. Siempre tiene que venir alguien a arreglarnos la vida en lugar de ser nosotros los que hagamos las cosas.
  • La izquierda no acepta que haya personas que quieran pensar por si mismas, que no quieran depender de las decisiones de un «colectivo», «comunidad/comuna» o asamblea por muy bienintencionada que parezca. Las minorías son importantes pero la minoría más minoritaria y por lo tanto más importante es el individuo. ¿Es que nadie ha leido Rebelión en la Granja?
  • Los ultracapitalistas no aceptan que la libre empresa empieza y acaba en la persona. No entienden que las grandes corporaciones no son más que agrupaciones de individuos y no estructuras anónimas. Llevado al extremo coinciden con los del punto anterior. El «Agrupémonos todos en la lucha final» de La Internacional podría aplicarse perfectamente a las fusiones y adquisiciones que nos llevan a los monopolios.
  • Los escépticos no aceptan que detrás de una idea sencilla como esta hay mucha «chicha», filosofía y contenido. ¿El Personal Branding es algo obvio y antiguo? Por supuesto, siempre lo he dicho aquí. Pero también lo es la responsabilidad, los buenos modales o la comida sana. Pero cada vez hay menos personas que lo practican.
  • Los impacientes no aceptan que la construcción de una Marca Personal es algo que requiere toda una vida y que no se puede comprar con dinero. No entienden que aquí no hay recetas, como en casi nada en esta vida. Todos dependemos de nosotros mismos y no hay nada determinado de antemano. Afortunadamente.

Supongo que podría seguir y hacer una lista interminable de quejas, argumentos en contra o contrariedades varias, pero prefiero dejarlo aquí. Lo que he expuesto aquí no es algo negativo, al contrario. Hace unos años pensaba que este sería un concepto facilmente aceptable, me enamoré de mi idea (y sigo enamorado).

En este momento se a lo que me enfrento y en donde no debo enfocar mis esfuerzos ni mi tiempo escaso. Pero también se que hay otros grupos interesados en la Marca Personal tan numerosos como estos que os describo. Es a ellos a quién me dirijo desde hace algún tiempo. Y como suelo decir con frecuencia, una de las peores cosas que puede hacer una marca, personal o comercial es tratar de gustar a todos porque al final no gustará a nadie.





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