Lecciones Aprendidas X: Maldito Parné, Little y House

Maldito parné que por su culpita
deje yo al gitano que fue mi querer.
Castigo de Dios, castigo de Dios.
Es la crucecita que llevas a cuestas María de la O.María de la O

Lo reconozco, tomar la decisión de escribir este post me ha costado varias semanas. No es que vaya a hablar de política o a poner en solfa algún tema sagrado por la comunidad bloguera. Eso es relativamente fácil. Se trata más bien de cuestionar mis propias creencias. Lo que voy a hacer a continuación es derribar algunas ideas firmemente incrustadas en mi cabeza.
Durante décadas he ido recibiendo información, consejos y valores que han ido moldeando mi visión de la vida. Y ha llegado el momento de traspasar la línea roja.

Vamos por partes. Cuando puse en marcha la idea de Marca Personal, pronto me di cuenta de que la clave estaba en ser uno mismo, en hacer algo útil y que te gustase, en no permitir que otros decidiesen por ti o trastocasen tus valores y objetivos. Rápidamente te venían a la cabeza las grandes Marcas Personales de la historia: Mandela, Einstein, Gandhi o la Madre Teresa de Calcuta. Gente que lo había dado todo sin ceder en sus prioridades.

Fenomenal, precioso, estupendo…

Pero algo no cuadraba. Yo no quiero ser uno de ellos. No es mi misión en la vida. También Richard Branson, Andy Warhol, Donald Trump o el mismo Adolf Hitler, Che Guevara o Stalin tienen muchas características de Marca Personal. Es curioso porque tanto estos como los anteriores, han creado una imagen icónica de ellos mismos. ¿O es que no podéis identificar fácilmente el tupé de Trump o la túnica de la Madre Teresa?

El caso es que parecía que todo se reducía a eso, a una cuestión mental, a una actitud positiva. ¡Oh, que bien! ¡He descubierto mi Marca Personal y me doy cuenta de que no necesito casi nada de lo que me ofrece esta maldita sociedad de consumo!¡Solo tengo que tener un sueño y desearlo con mucha fuerza!

¡Y UNA MIERDA!

No voy a rebatirme a mi mismo. Creo firmemente que el descubrimiento de tu Marca Propia te permite poner las cosas en su sitio. Es una herramienta extraordinaria para ordenar tus prioridades. Para decidir lo que es importante y lo que no. Si lo consigues serás más independiente y nadie podrá decidir por ti. Pero es un punto de partida. Al tener menos necesidades consigues mayor margen de acción. Pero no estás solo ni vives en el Paraíso, en el que tienes todo lo que necesitas al alcance de la mano.

El Personal Branding no es un modelo mental, es una herramienta de ACCIÓN. No se queda en la parte interior sino que te empuja a salir y te proporciona el modo de llegar a quienes te interesa. El Personal Branding es una forma de conseguir algo, no una doctrina ética. Ahí la tienes, utilízala. No es el cuchillo el que decide si va a cortar jamón o clavarse en el pecho de alguien.

Como muchas veces me habéis dicho, hay hipotecas que pagar, niños que comen y estudian y zapatos que se rompen. Y para eso sirve una Marca Personal.
La marca, personal o comercial, es una manera de obtener más valor, de conseguir influir en las decisiones de otros (clientes, consumidores, amigos, pareja,…). Y eso tiene nombre (por favor, música de tensión): DINERO Y PODER.


Si señores y señoras, el dinero es importante, la capacidad de influir en otros también. Todas las Marcas Personales que he citado o las que podéis imaginar tienen o han tenido alguno de esos ingredientes. Sin esos elementos no se puede hacer casi nada. Las ONGs, las religiones, Al Qaeda, Greenpeace, los clubes de fútbol o los directores de cortometrajes necesitan pasta, incluso mucha pasta. Si todo lo reducimos a una actitud mental positiva estaremos cometiendo un error de principiante.

¡Eres un materialista! ¡Por fin has desvelado tu auténtica cara!¡Creíamos que eras el Sr. Little pero resulta que eres el Dr. House!

No lo creo, simplemente he aceptado las cosas como son. Y como os decía antes, me ha costado y me seguirá costando. Cambiar creencias como esta no es fácil. Podemos seguir pensando que en esta vida lo importante es la salud, la familia y la felicidad. Y yo soy el primero en estar de acuerdo. Pero,

¿Serías más feliz pasando más tiempo con tu familia?
¿Te gustaría que tus hijos tuviesen la mejor educación?
¿Disfrutas aguantando a un idiota que te da órdenes absurdas día tras día?
¿Te sientes a gusto viendo como tus hijos no reciben la educación o el trato que merecen?
¿Te gustaría dar un capricho a tu pareja que tanto lleva aguantándote?
¿Te parece divertido ver como tu hija con 39º de fiebre y subiendo tiene que esperar a que alguien la atienda porque el centro de salud está saturado?
¿Es que vas a esperar a la jubilación para poder hacer lo que te apetece?
¿Te gustaría hacer algo por los demás?

Y todo eso ¿Crees que es gratis? ¿Es que la salud, la tranquilidad de la familia y la felicidad la regalan? Llevamos demasiados años oyendo esas cosas.

Tras tirar el n-billete de lotería en el que habías depositado tus esperanzas, puedes seguir creyendo esas historias sobre lo de que el dinero no da la felicidad, que lo importante es la salud y que mientras haya trabajo…

Si piensas así, olvídate de construir una Marca Personal. No la necesitas. Es más, puede ser contraproducente para tus creencias.
No trates de que te valoren mejor, de que te tengan en cuenta, de que escuchen lo que dices,… Simplemente deja que las cosas pasen.
Sigue cruzando los dedos para que te llamen para ese puesto de teleoperadora o para que no te afecte la próxima regulación de empleo.
Da saltos de alegría cuando el presidente Rodriguez se pone magnánimo con el dinero de todos y regala 2500 Euros indiscriminadamente.
Enfádate contigo mismo durante un rato cuando no puedas darte un capricho con tu pareja aunque hace años que os lo merecéis.

Pero eso si, mientras haya salud…





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