Monólogo y diálogo. Prensa e Internet

Creo que todos conocemos casos de noticias o de artículos en prensa que tienen errores o que son un festival de incongruencias. Puede ocurrir. Se rectifica y punto.

Pero los medios en general y la prensa económica en particular se han convertido en Publireportajes de las empresas que ponen publicidad. Siempre aparecen los mismos. Se olvidan de que la economía es algo más que los grandes bancos, las empresas de telecomunicaciones y las petroleras. No se dan cuenta de que además de los eventos en los que «los de siempre», dicen «lo de siempre», hay un mundo de emprendedores tremendamente agil, despierto y creativo.

Pero estos últimos no ponen anuncios. ¿Para qué? Ya hay otras formas de darse a conocer.

El periodismo «tradicional» puede seguir en su torre de marfil. Puede pensar que si cierra los ojos, no ocurre nada. Que es mejor no saber nada del exterior, lleno de bárbaros con ideas que van a destruir y contaminar el mundo que conocemos. Que es mejor el monólogo.

Pero lo que da resultados es el diálogo, la conversación, el flujo bidireccional de información. Aunque solo sea para que a veces te demuestren que estás equivocado y puedas aprender algo.

En muchos casos, los anunciantes de las páginas salmón están relacionadas con el mundo de los Recursos Humanos (Formación, Selección, Procesos,…). Y ahí surge el problema.


Como decía hace unos días, creo que algunas empresas que viven de la precariedad laboral se están dando cuenta de que les va a ocurrir como a las discográficas. El mercado está cambiando, se está liberalizando, engrasando. Cada vez van a ser menos necesarios los intermediarios. Y sus bien remunerados servicios van a tener que competir con una competencia virtual e incontrolable. El Peer to Peer laboral va a acabar con los trámites engorrosos y caros que engordaban algunos bolsillos.

Empresas de recolocación (ahora lo llaman Outplacement), Headhunters y empresas de selección, Escuelas de Negocios, Consultoras de RRHH, Empresas de Formación, Gurús y expertos «de cámara».
Todos estos negocios pueden verse afectados a medio o largo plazo por internet.
Pero a diferencia de la primera burbuja, no será cosa de unos pocos sino que cualquiera podrá utilizarlo con eficacia. Se me ocurren algunas ideas

  1. La formación se puede ver afectada por la ética hacker, la información compartida, los conocimientos puestos a disposición de todo el mundo.
  2. Las empresas de selección y headhunters pueden reducir su facturación cuando el movimiento, la visibilidad de los profesionales se agilice con la utilización del video, con la inclusión de referencias o muestras del trabajo realizado en las webs personales/profesionales.
  3. El acceso rápido y directo para contactar con posibles candidatos será posible combinando buscadores como Google con herramientas como Skype y dejará obsoletas a las empresas de recolocación.
  4. Las empresas más ágiles se saltarán intermediarios utilizando medios similares y vendiendo sus ventajas diferenciales.
  5. El networking y las redes sociales pueden acabar con la principal ventaja de algunas escuelas de negocios, los contactos y las asociaciones de antiguos alumnos.

Y eso es lo que puede que empuje a los periodistas a escribir determinados artículos y crónicas. Pero eso es ponerse una venda en los ojos porque la tendencia es imparable. Y lo peor de todo es que cada vez los hace menos creibles.

En ese caso creo que habría que seguir lo que decía Juan Ramón Jimenez:

Si te dan papel pautado, escribe por el otro lado.




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