Sandra y Kelifinder: Cara y Cruz

En los últimos días me he encontrado con dos ejemplos absolutamente opuestos de lo que significa gestionar una marca.

En el primer caso deduzco que los medios son muy limitados pero el talento es enorme.
En el segundo caso existe abundancia de medios y una absoluta incompetencia.

En el primer caso, la emoción y la sensualidad desborda la pantalla.
En el segundo caso, la falta de gusto y la chabacanería inutil destroza la pantalla.

En el primer caso la marca es el resultado de lo que hay dentro (TODO).
En el segundo caso la marca es el resultado de lo que hay dentro (NADA).

En el primer caso la marca es la cara (y la voz).
En el segundo caso la marca es la cruz, (que pagamos todos) ¡y que cruz!.

En el primer caso queremos encender la luz roja («Turn up your Red Light»).
En el segundo caso queremos apagar e irnos.


En el primer caso nos quedamos con ganas.
En el segundo caso nos quedamos con ganas de dejar de pagar impuestos.

En el primer caso te diviertes.
En el segundo caso te enfadas.

Internet nos permite acceder a lo mejor y a lo peor y es un juez implacable del talento. Vivimos un momento extraordinario para dar lo mejor de nosotros y hacerlo visible. Pero ten mucho cuidado de ser tu mismo. Nadie perdona la falsedad ni el engaño. Y sobre todo, no trates de vender humo o de dar a entender que eres lo que no eres, porque eso acaba para siempre con tu marca.

El blog de hoy me ha salido muy endogámico, pero no he podido contenerme. Por cierto, tengo pendiente un comentario sobre el Sr. Martinez ahora que se ha tomado unas vacaciones.





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