Educación, internet y productividad

Estos días se está hablando de una nueva ley de educación que va a terminar de destrozar el sistema educativo en nuestro país. Los niveles formativos de los jóvenes están por los suelos y por razones personales, se lo que digo. Se ha acabado con los últimos resquicios de desarrollo del espíritu de superación. Da la sensación de que se pretende evitar que aquellos que son más capaces puedan destacar sobre el resto. Supongo que será algún tipo de complejo de inferioridad de quienes hacen estas leyes absurdas. En el futuro, cualquiera podrá tener un título por el simple hecho de nacer. No hace falta ningún esfuerzo, posiblemente ni siquiera asistir a clase. Puede parecer estupendo que todos sean licenciados, pero entonces el título no valdrá para nada.
De nuevo volvemos a la mentalidad del igualitarismo inutil. De la mediocridad para todos. Del progresismo estúpido. De nuevo serán los que tienen más recursos los que puedan costearse una educación que realmente se valore en todo el mundo, porque si aún hay alguien que no se ha enterado, vivimos en un mundo globalizado y hoy en día un informático de Calcuta puede trabajar para una empresa de Badajoz.
Eso enlaza con otro de los temas de los que se habla mucho ultimamente, el nivel de conexión a internet en España. Los datos dicen que estamos muy por debajo de la mayoría de los países de nuestro entorno. Pero ¿podría ser de otra manera con los precios y las velocidades de conexión que tenemos? Vamos a perder el tren de Internet igual que perdimos el del idioma. Siempre me ha maravillado como en Holanda, Alemania o incluso Portugal, eran capaces de comunicarse perfectamente en ingles, mientras nosotros parecíamos indios de película.
Estas son algunas de las razones que explican porqué apenas se exporta en este país, porqué tenemos ese espíritu provinciano y como dice un amigo, porqué cuando tratas de lanzar un proyecto novedoso, a los de los bancos se les queda cara de idiotas porque solo saben hablar de hipotecas.
Si las «lumbreras» de este país siguen hablando de los costes laborales como principal causa de la falta de productividad y no se fijan en otros aspectos más relacionados con las personas nos va a ir mal, muy mal.



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