Lentitud y pereza

Elogio de la lentitud de Carl Honoré, Buenos días, pereza de Corinne Maier, El éxito de los perezosos de Ernie J. Zelinski, Trabaje menos y gane más de Matt Weinstein y Luke Barber.
Estos son solo algunos títulos y autores que están surgiendo en los últimos tiempos y que hacen referencia a un cambio hacia una vida menos centrada en el trabajo. Predican una nueva visión de la vida dejando de lado el trabajo como centro alrededor del cual gira la mayor parte de nuestro tiempo.
Hace unos pocos años, en EEUU ya hubo un movimiento denominado «Downshifting» que decía más o menos lo mismo. Reflexiona, valora lo que realmente necesitas y trabaja lo justo para conseguirlo. Tambien se publicaron libros como Simplifica tu vida de Elaine St. James y La bolsa o la vida de Joe Dominguez y Vicky Robin.
Aunque pueden parecer ejemplos aislados, creo que son solo un reflejo de un deseo de cambio de esta sociedad.
No creo que haya desaparecido el espíritu ambicioso que impregnaba las empresas hasta hace veinte años ni que los «trepas» sean una especie en vía de extinción. Creo simplemente que los posibles beneficios del «trabajo duro» ya no existen. Hay una sensación de que el dedicar tu vida al trabajo por cuenta ajena ya no sirve de nada ya que se han roto todos los contratos implicitos en las relaciones laborales. Por lo tanto, se trata de recuperar lo que realmente merece la pena, vivir la vida. Disfrutar de la familia, los amigos, las cosas sencillas y considerar el trabajo como un medio para conseguir esos fines.
No se trata de convertirse en un asceta, sino de prescindir de todas aquellas cosas que no nos hacen felices y nos fuerzan a mantener un ritmo de vida antinatural.






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